Los muertos ‘vivientes’ no pudieron escoger alcalde, cerca de 200 difuntos estaban ‘habilitados’ para votar

Desde las elecciones pasadas, políticos sin escrupulosos contaron con docenas de personas fallecidas en este municipio y fuera de él, para con esos votos falsos ayudar a elegir alcaldes, concejales, diputados y gobernadores, sin dejar de contar también a congresistas.

Pero como este año estaba más reñida la contienda para la Alcaldía entre los dos candidatos más opcionados, los muertos jugaban un papel fundamental, al igual que la vez pasada cuando ganó el médico Javier Olea.

Es decir, el objetivo era el mismo: suplantar con personas de Moñitos o foráneos las cédulas de los difuntos, las que, así como lo demuestran los listados, estaban ‘habilitados’ en su mayoría en las mesas de votación del casco urbano.

Este medio supo, en exclusiva, que la oposición tuvo conocimiento de la irregularidad y pudo advertirle a la Registraduría, quien también capacitó a los testigos electorales del candidato conservador, José Félix Martínez, para que pusieran la lupa en el puesto de votación para que advirtieran a los jurados de que las cédulas de los fallecidos no podían ser tenidas en cuenta en la lista de sufragantes del pasado 29 de octubre.

Fue así como se logró que los muertos fueran dejados en paz y no estuvieran hoy de boca en boca por haber ‘votado’ con el que fuera su documento de identidad.

La Lengua Caribe fue testigo la tarde y noche del viernes 3 de noviembre la reanudación de los escrutinios con una nueva delegada designada por la Registraduría, pero se avanzó poco por la lluvia de reclamaciones de la parre perdedora.