El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, se encuentra inmerso en un escándalo por posible corrupción, con un contrato de prestación de servicios suscrito entre la Institución Universitaria Pascual Bravo, para favorecer a su novio, Julián Caicedo Cano, a la administración de Medellín y un asesor del Invías.
Según una investigación de La Silla Vacía Caicedo Cano tiene una vinculación desde el 24 de enero de este año, en el puesto de asesor en la Dirección Técnica y de Estructuración del Instituto Nacional de Vías (Invías) y a su vez firmó un contrato de prestación de servicios con la Institución Universitaria Pascual Bravo, la cual estuvo vigente hasta el pasado 15 de mayo.
El medio de comunicación El Colombiano revisó los documentos del proceso y encontró que el valor total fue de $25.995.424, con un pago mensual de $6,9 millones, tenía un plazo de ejecución de 113 días y el objeto era “realizar acompañamiento estratégico” en un contrato interadministrativo celebrado entre la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín y el Pascual Bravo.
El novio de Roa cumplía entre sus funciones debía ayudar en la articulación de los diferentes equipos de la Secretaría de Desarrollo Económico; apoyar en la planeación, seguimiento e implementación de los programas y proyectos de cada una de las dependencias de esa secretaría; participar en eventos, mesas y reuniones programadas y direccionadas en la entidad y apoyar otras estrategias.