Una niña de cinco años identificada como Paula Elena Escobar y su madre, Cindy Sánchez Pérez, residentes del barrio Primero de Mayo, en Valledupar, están pasando por una difícil situación que ha conmovido a todo el país.
La menor padece una enfermedad neurodegenerativa llamada TAY-Sachs, la cual requiere de un suministro constante de oxígeno para mantenerla estable, es decir, con vida y lo más saludable posible.
Sin embargo, durante las últimas semanas se han tenido que enfrentar a un escenario bastante oscuro, pues el incremento en la factura del servicio de energía eléctrica ha aumentado indiscriminadamente.
Esta situación ha generado que Cindy le solicite a Afinia la exoneración del cobro de este servicio, de lo contrario, su niña estaría corriendo un peligro inminente.
Pese a eso, hasta el momento solo ha recibido respuestas verbales que no garantizan una solución permanente, explica ella.
Es por esto que hace un llamado urgente a las directivas de la empresa para que respondan formalmente a su petición y le brinden un documento legal que la exima del pago de la factura.
La madre destaca que los trabajadores de Afinia han presenciado el estado en el que se encuentra su familia, pero esto no ha evitado que se repita el mismo problema mes tras mes.
Finalmente, es importante mencionar que, el esposo de Cindy gana un salario mínimo, lo cual dificulta aún más el pago de la factura de electricidad, que se ha incrementado debido al uso constante del contenedor de oxígeno, por lo cual ella teme que le corten el servicio, se apaguen las máquinas y su hija muera.