Becky Crandley, una madre de familia entró al colegio de su hijo en Kent (Reino Unido) y se sentó a su lado, como parte de un experimento “sorpresa”. Según manifestó ella, el menor, que cursa octavo año había mostrado signos de mala actitud el año pasado, y que ese comportamiento no terminó cuando regresó a la escuela para el tercer semestre de este año.
La insistencia de Becky hizo poco para cambiar la actitud del menor, por lo que la mujer tomó cartas en el asunto, más aún después de recibir correos electrónicos de la maestra de su hijo, sobre dos incidentes que lo habían metido en problemas con personal de la institución.
“Todo comenzó el año pasado con su cambio de comportamiento, creo que es parte del crecimiento, pero lo que no soporto es su mala educación y su falta de respeto.”, comentó la señora Crandley al periódico local Kent Live.
Después de ponerse en contacto con la escuela, el Sittingbourne Community College, ella se ofreció a sentarse con él durante una clase de matemáticas: el colegio escuela estuvo de acuerdo y ella se presentó en la entrada, el viernes pasado.
Crandley, quien es madre de cinco hijos aseguró que ella le insistía constantemente en que, si no cambiaba su actitud, ella iría al colegio, advertencia por la cual su hijo “siempre se reía.
Él no tenía ni idea, y seguro que estaba muy avergonzado, me presentaron como su madre.”, confesó.
La madre de familia compartió su historia en redes sociales, ya que cree que “los niños de hoy están empeorando a cada segundo”.
“La mayoría de la gente sabe que soy muy blanda cuando se trata de mis hijos, pero también soy sincera y hago todo lo posible para enseñarles el camino correcto en la vida.”, escribió en un post de Facebook.
“Una cosa que no toleraré es la falta de respeto por parte de mis hijos hacia cualquier mujer, y mi hijo mayor ha sido grosero recientemente en la escuela secundaria con sus maestras.”, concluyó.
Con información de Noticias Uno