Natalia Madrid Vergara, la joven que este pasado martes se graduó como Licenciada en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, en la Universidad de Córdoba, después de una vida académica alternada con la venta de obleas para costear sus estudios, tiene otro gran motivo para celebrar: su cumpleaños número 22 este jueves 20 de abril.
“Mi grado ha sido el mejor regalo de cumpleaños”, relata desde su lugar de trabajo, que por ahora es una panadería de Montería, mientras atiende todas las convocatorias laborales que se asomen en sus contactos y redes sociales.
Al comienzo de su vida académica Natalia vendió rosquitas de queso, crispetas, hasta que descubrió en las obleas un producto atractivo para la comunidad universitaria de estudiantes, docentes y trabajadores.
“Logré ahorrar para los costos de los semestres, antes de la matrícula cero y por supuesto que me ayudé con los gastos del diario en la universidad”, explica la joven, natural de Sahagún, pero residente en Montería, ciudad que la acogió y donde espera tener su primer trabajo como profesional de las Ciencias Naturales y la Educación Ambiental.
En un recipiente de plástico Natalia transparente recorría la Universidad de Córdoba, Montería, para vender las obleas en sus horas libres. La cafetería central fue uno de los sitios más frecuentados por ella para el encuentro con los clientes que disfrutaban del manjar dulce y crocante, por sólo mil pesos.
“Mi mensaje a los jóvenes que empiezan y que quedan en la universidad para continuar sus estudios, es que no abandonen las metas a largo plazo, porque al alcanzarlas se van a sentir realmente realizados y felices; la idea es tener mucha persistencia”, recomienda la joven licenciada.
Esta profesional unicordobesa, viral en redes por su motivadora historia, hoy celebra el cumpleaños y el grado trabajando, pero, dichosa por haber alcanzado el sueño de ser profesional de una de las mejores universidades del Caribe y del país. El festejo por el doble motivo es modesto; se dejará embriagar por las sonrisas de los familiares que la rodean en un hogar humilde y de grandes proyecciones