A pesar de tener una discapacidad visual desde su nacimiento, Marianela Duzán Medrano, de 16 años, jamás se ha rendido, pues ha luchado con esa valentía que la caracteriza para finalizar sus estudios de secundaria en el colegio Gimnasio Moderno del Sinú. Y aunque el camino fue muy difícil al entrar a grado sexto, ella no dudó en ningún momento en terminar esa etapa escolar y logró hoy convertiste en bachiller.
La joven Marianela en un ejemplo de superación les demostró a todos que se puede seguir adelante y que el no tener en sentido de la vista no es un impedimento para cumplir metas y sueños. Ella tiene muy claro sus objetivos y uno de ellos es estudiar licenciatura en Educación Artística y grabar un disco.
“Al principio fue un poco difícil porque como era nueva mis compañeros me excluían en cierta parte, pero como conforme fue pasando el año me empezaron a hablar y me incluían. En los descansos trataban de hablarme, querían conocer mucho más la manera en cómo yo escribía”.
Duzán Medrano agradece a sus compañeros por siempre estar apoyándola, sin duda fueron de gran ayuda en su proceso académico. “siempre me llevaban cuando tenía que ir algún lugar y me defendían”. De hecho, Marianela les retribuyó todas esas atenciones creando una canción, la cual tituló ‘Gracias’, en esa letra sacada desde los sentimientos más profundos y hermosos de su corazón, les dijo lo mucho que aprecia que la hayan cuidado durante los seis años escolares que estuvieron juntos.
Por último, Marianela explica que no quiere que la sociedad vea a las personas invidentes con lastima, al contrario, le gustaría que puedan percibirlos como personas capaces, que realizan todo lo que se proponen a ser o hacer.
Por su parte, la rectora de la Institución educativa, Zunilda Rosa Ávila Fuentes, manifestó que fue un desafío para ella y sus profesores, ya que nunca habían tenido una estudiante con discapacidad visual en el colegio. “Para mí en especial fue un reto porque cuando ella llegó a grado seis, yo dije: Dios mío como hago con este reto, no sabía que podía hacer con una niña invidente en nuestra institución, pero sabíamos que podíamos lograrlo. Fue una gran experiencia, ella nos enseñó mucho y nos capacitamos todos los días”.
De igual forma, la madre de la joven graduada, la señora María Medrano, expresó que se encuentra muy emocionada por el logro de su hija. Además, recalca que el proceso escolar no fue nada fácil, pues la inclusión en la educación todavía es precaria. Indica igualmente que las limitaciones las coloca la sociedad, no las personas con esta discapacidad. “Antes de entrar a esta institución me cerraron muchas puertas en la cara, no querían admitirla, me colocaban excusas y agradezco que aquí la hayan aceptado”.
Cesar David Negrete, quien fue profesor de Marianela por dos años y su director de grupo, cuenta que como docente siempre buscó alternativas pedagógicas para que se sintiera incluida en las actividades académicas junto a sus compañeros.