Aunque suene un poco “fuera de lugar”, algunos expertos señalan que llorar trae beneficios para la salud, ya que, además de que las personas “se quitan un peso de encima” en sentido figurado, por aliviar en gran medida la preocupación que las oprime psicológica y emocionalmente, además, se puede ayudar indirectamente a evitar que el peso corporal aumente de una manera física y perceptible en la balanza.
Según la especialista chilena Fran Sabal, fundadora de la Escuela de Nutrición Emocional (ENE), si se reprime sistemáticamente las emociones, se podría correr más riesgo de engordar al comer en exceso utilizando la comida como válvula de escape.
“Tengo que ser fuerte y aguantar”. “No debo llorar”. “¿Qué pensarán o dirán sobre mí, si me dejo llevar por el llanto?”. Son pensamientos que a menudo nos llevan a reprimir las lágrimas, al igual que el clásico “Los hombres no lloran”, explica Sabal.
Pero a pesar de lo que opinen los demás, y de lo que se haya desde la niñez, llorar no es negativo. Es un acto beneficioso que “nuestro cuerpo agradece, tanto a nivel emocional como físico”, de acuerdo con esta experta.
Fuente consultada: El Tiempo.