Los jóvenes loriqueros que desaparecieron en días pasados cuando se dirigían a la ciudad de Villavicencio, lugar donde prestan su servicio militar, aparecieron sanos y salvos.
Los uniformaos identificados Carlos Hernández Vellojín y Alex Ceballos, se encontraban en Bogotá, donde fueron robados por desconocidos.
Como se recodará, sus familiares no sabían nada de ellos desde el pasado miércoles 7 de septiembre cuando salieron de sus casas rumbo al Batallón.
No obstante, en las últimas horas, fueron interceptados por miembros del Ejército quienes corroboraron sus identidades. Hernández y Ceballos explicaron solo habían comido algunas frutas que la gente les regalaba.
Finalmente, la institución les brindó almuerzo y fueron trasladados hasta su lugar de servicio.