Voluntad política con el sur de Córdoba

Voluntad política con el sur de Córdoba

Mencionar el sur del departamento de Córdoba implica hacer referencia a una región geográfica conformada por los municipios de Tierralta, Valencia, Puerto Libertador, Montelibano y San José de Uré; territorio geográfico marcado históricamente por el abandono estatal.

Esta subregión cuenta con inmensas riquezas naturales reconocida por su biodiversidad, su posición estratégica y la variedad de sus recursos que contrasta con la pobreza de las condiciones de vida de sus habitantes y la violencia que ha marcado el pasado y presente.

Paradójicamente, la posición estratégica no ha permitido superar su aislamiento geográfico, las características selváticas, la riqueza hídrica y los diferentes pisos térmicos que posee, aunado a que es una zona de colonización reciente y con escasa presencia del Estado, favoreció en la década de los sesenta, la llegada de diferentes grupos al margen de la ley y, con ello, el conflicto armado en todas sus dimensiones.

A finales de los ochenta, con la aparición de los cultivos ilícitos, se produce un fuerte impacto ambiental y social sobre este territorio con alta fragilidad.

Teniendo en cuenta que el 60% de los bosques húmedos tropicales del Departamento se localizan en la subregión Alto Sinú; de igual manera, allí se localiza el Parque Natural, Nudo de Paramillo; un territorio de 504.000 hectáreas con riqueza hídrica; donde nacen los ríos: San Jorge, Sinú, Manso, Esmeralda, Verde y un sinnúmero de quebradas, considerado una estrella fluvial y fábrica de agua que abastece la mayoría de los municipios del Departamento. Asimismo, Tierralta y Valencia forman parte de la reserva forestal Pacífico.

Esta riqueza ambiental contrasta con los indicadores socioeconómicos de pobladores de la región que revelan las necesidades básicas insatisfechas; de acuerdo con datos del DANE, se encuentran por encima del promedio nacional (27,7 %), regional (47,2 %) y departamental (59,1 %). En pobreza multidimensional representan más del doble del promedio nacional (26,9), departamental (45,8), y el empleo informal supera el 90 %.

La informalidad en la tenencia de la tierra supera el 75 %, que evidencia formas precarias de vida en la población. Lo anterior, corrobora la ausencia de un Estado que han permitido un modelo económico y productivo centrado en cultivos de uso ilícito y aparición de todas las expresiones de ilegalidad.

En este sentido, el sur de Córdoba es una de las principales regiones productoras y comercializadoras de coca y minería ilegal; condiciones que mantiene vigente el conflicto armado y la cadena del narcotráfico. Así las cosas, los problemas provocados por el narcotráfico siguen vigentes. Situación que requiere la presencia integral del Estado y una política de sustitución de cultivos de uso ilícito, articulado con una reforma agraria integral que recupere el verdadero uso de la tierra.

¡Señores aspirantes al Congreso! necesitamos su compromiso y voluntad política con el sur de Córdoba; pero, no para buscar votos y aprovechar la pobreza de su gente; sino hacer propuestas viables y transformadoras. Esperamos que la curul otorgada al sur de nuestro departamento sea ocupada por las víctimas y no por los victimarios y la politiquería.