Historia de Las Cuatro Fiestas, el clásico decembrino que no pasa de moda

Historia de Las Cuatro Fiestas, el clásico decembrino que no pasa de moda

Las Cuatro Fiestas son, el 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción, la navidad, año nuevo y la fiesta de Carnaval en Barranquilla en febrero. Estas fiestas le dieron origen a una canción que no han dejado de sonar desde 1966 y se convirtió en un tema emblemático que ya tiene más de cien versiones, incluida una en inglés.

Cuenta esta historia musical que el señor Adolfo Echeverría, con la liquidación que le pagaron en el almacén Casa Vargas, emprendió el camino de sus sueños y decidió invertir sesenta pesos de su liquidación en una aventura riesgosa. Construir su sueño de toda la vida, grabar una canción por su cuenta y con su propia orquesta, agrupación que aún no tenía.

Adolfo conoció en la emisora La Voz de La Patria a Nury Borras, quien grababa comerciales, con ella algún día soñaba grabar una de sus canciones, lo que no sabían ambos, era que el destino un día los colocaría en un momento histórico.

En su mente tenía una canción que le brincaba en su cabeza día y noche, la silbaba, tarareaba y cantaba permanentemente, casi hasta fastidiar a sus amigos, familiares y compañeros de trabajo. Un día tomó la decisión de su vida, se fue al Restaurante Mónaco donde había un cuarteto musical conformado por sus amigos Ángel Monsalvo, guitarrista; Rafael Guardo, baterista; Eugenio Ñeñe García, bajista y Alex Acosta, clarinetista.

Les propuso grabar La canción con la que soñaba y fastidiaba a sus familiares y amigos. Cuando le preguntaron; quién estaría a cargo de la parte vocal, no dudó un instante al decir que sería su gran amiga Nury Borrás, una voz aún no reconocida en el Atlántico, pero en quien confiaba plenamente. Así inició esta aventura llamada Las Cuatro Fiestas.

Cuando tenía en sus manos el sueño de su canción hecho realidad se fue por todas y cada una de las emisoras del Atlántico, pero ninguna quiso sonar la inspiración del maestro Echeverría.

Triste pero no derrotado, cogió los discos de 78 RPM y, como un peregrino de su creación, se fue por toda barranquilla y algunos pueblos del atlántico, entregando su canción a negocios, billares, bares y familias que empezaron a sonarla sin parar.

Convirtiendo a Las Cuatro Fiestas en un eco sin parar que llegó a todos los rincones de la Costa Atlántica colombiana, no hubo familia que a una sola voz no tarareara la inspiración del maestro Adolfo, haciendo llegar este grito musical a todas las emisoras de Barranquilla y Colombia convirtiéndola en un himno imborrable en el tiempo.

De Las Cuatro Fiestas se han grabado más de 90 versiones, entre estas la de Diomedes Díaz en vallenato, Los Melódicos de Venezuela, Zoila Nieto, Gabino Pampini e incluso una de Pedro Ramayá con la misma Nury Borrás. En 1976, Adolfo Echeverría la regrabó en formato de orquesta con Nury Borrás, pero ni siquiera ese ‘remake’ pudo superar la versión original.

Todo el mundo ha bailado y cantado a Nury Borrás, pero la artista jamás recibió un solo peso por ese tesoro musical, clásico de la región Caribe. Luego de tantos años de reclamar sus derechos por esa y otras canciones, murió Nury Borrás y no pudo percibir algo más que honores por su interpretación magistral. Le llovieron honores, pero jamás honorarios por ‘Las cuatro fiestas’, dice su hija Omaira Pájaro Borrás

Nury Borrás, cuyo verdadero nombre era Vicenta Mercedes, era hija de Marco T. Borrás y Asunción Corrales. Jamás vivió de la música, fundó un colegio y se consagró a enseñar, nació el 4 de agosto de 1934 en Barranquilla, y en esa misma ciudad murió en 1995, a sus 63 años.