Continúan las irregularidades alrededor del nuevo elefante blanco de Córdoba: la plaza de mercado de los chinuanos.
A pesar que, la Veeduría de Chinú solicitó a la Contraloría departamental, en cabeza del contralor Omar Lozano, sobre quien pesa un proceso de nulidad electoral por una supuesta inhabilidad, realizar una visita técnica en el lugar, se ha hecho la sorda, ciega y muda.
Esta solicitud se llevó a cabo con el fin de que el ente de control pueda constatar el estado y avance de la misma, no obstante, al parecer, parece poco importarle el tema o de acuerdo con la Veduría de Chinú, estaría siendo cómplice de ello.
Todo parece indicar que, los trabajos en la plaza de mercado del municipio se reanudaron este lunes 5 de abril, sin embargo, ninguna de las solicitudes realizadas por la Veduría ha sido respondida, incluyendo el derecho de petición sobre la información del proyecto.
La construcción de este escenario que fue catalogado como el nuevo elefante blanco de Córdoba sigue desarrollándose con total hermetismo, siendo blanco fácil para actos de corrupción.
Es de resaltar que, la secretaría de infraestructura del municipio Alina Macea Bustos, tampoco se ha pronunciado sobre el tema, por el contario se ha mantenido indiferente a toda la situación. Lo mismo sucede con Rodolfo Alvares Amaris, personero de Chinú.
Por su parte, el veedor Camilo Javier Avilez Villegas, en más de una ocación ha manifestado que la obra tiene grandes errores de planeación, principalmente porque la plaza fue construida sobre una laguna de oxidación y a esta no le habrían hecho el respectivo tratamiento de lixiviados.
Así las cosas, se espera que los entes de control ejerzan su autoridad y verifiquen qué está pasando con este proyecto, para donde se han ido los recursos y por qué tantos «contratiempos» en la entrega del mismo.