Un líder y su espíritu de servicio

Un líder y su espíritu de servicio

El verdadero espíritu de servicio sobrepasa aquellas virtudes basadas en los principios fundamentales del bien común, por eso sin temor a equivocarme puedo afirmar que el servir, más que una vocación es, aquel amor verdadero hacia los demás.

Cuando tienes un espíritu de servicio te conviertes en una persona íntegra, capaz de brindar apoyo, compasión, generar valor agregado, ponerte en el lugar del otro, entender a los demás.

Podemos aplicar de manera natural aquel hermoso pasaje: “ama al prójimo como si fueras tú mismo”.

Mi abuelo Ángel María Rodríguez, QPD, siempre me exhortaba con una noble sonrisa, después de haber compartido juntos, una deliciosa taza de café: “mijo, no se canse de hacer el bien y ayudar al que lo necesite, de estas cosas se regocija el alma, y podrás dormir siempre en paz”.

Sin duda alguna, querido lector, lo que mi abuelo quería enseñarme, es que el mundo necesita más gente buena y con espíritu servicial. 

El mundo entero vive en agonía, el desespero y el egoísmo nos están llevando a matarnos unos a otros.  No hay paz, no hay tranquilidad, no hay compasión, y como si fuera el mismísimo espejo del TITANIC, cada quien intenta salvarse como pueda. 

Nadie ayuda a nadie. Aquí es donde un verdadero líder con espíritu de servicio debe marcar la diferencia, mostrando interés en ayudar, en cambiar lo negativo por cosas positivas, en generar oportunidades y confianza en su entorno social.

¿Pero qué tan fácil es servir? Simplemente podemos pensar de qué manera otras personas nos han ayudado a nosotros o a un familiar.  No olvidemos que el mejor ejemplo de servicio lo sembró Jesús cuando dijo: «Yo estoy entre nosotros como el que sirve», así que nosotros también debemos servir a los demás (…)

La actualidad universal amerita espíritu de servicio, el mundo empresarial requiere aumentar sus indicadores financieros, ver resultados o margen de utilidad positivos, para ello es necesario contar con un personal idóneo, no solo para aumentar esfuerzos, sino para captar a nuevos clientes a través de productos de calidad y una excelente atención en el servicio. 

La competencia obliga a tener un recurso humano de calidad, con sentido de pertenencia y, sobre todo, amor y pasión por lo que hace.  Si una empresa desea mantenerse a través del tiempo, debe implementar no solo estrategias corporativas y alianzas estratégicas, si no trabajar internamente en aumentar en sus colaboradores un verdadero espíritu de servicio, es vender y garantizar un producto con calidad que lleve una marca que genere tranquilidad y satisfacción.

Esta realidad actual, nos invita a ser un verdadero líder en nuestras organizaciones, en nuestros puestos de trabajo. Debemos ser coadyuvadores, echar un empujón al carro, perseguir objetivos en conjunto, dar valor agregado, desarrollar nuevas cualidades, ser recursivos, disminuir costos, aumentar nuestra competitividad, trabajar en conjunto y estar dispuesto a enfrentar cambios que apunten a el crecimiento de nuestras empresas. Teniendo claro que un buen servicio enamora y mantiene satisfecho a nuestros clientes, “nuestra razón de ser”.

Hay muchas formas de servir a alguien, en la parte social, en lo económico, en lo espiritual en lo físico, siendo esto, grandes o pequeños aportes de servicio.

La invitación hoy es a no dejar de prestar ayuda a alguien por considerar que es muy poco lo que podamos hacer.  Está demostrado universalmente que todos hemos recibido o dependemos de la ayuda de alguien, cuando niños nos ayudaron nuestros padres, cuando adultos, ayudamos a nuestra familia.

Es necesario empezar a trabajar como verdaderos líderes con espíritu de servicio, en nuestros hogares y en nuestras empresas. Un verdadero líder apasionado es aquel que sale de su confort para comenzar a trabajar ayudando a los demás, compartiendo experiencias, buscando solución de conflicto, vendiendo ideas nuevas, aceptando las debilidades de los demás y reconociendo las virtudes y fortalezas de su equipo de trabajo o personas cercanas, con un solo objetivo: CRECER. “aquel que con pasión hace las cosas, motiva y contagia a sus semejantes”.