El Background del Festival del Burro

El Background del Festival del Burro

Por: Roberth Angulo

Este documental de YURUPARY que hoy presentamos ante ustedes, fue realizado en el año de 1985, en él se buscaba registrar y mostrar las tradicionales populares que habitaban en todos los rincones de Colombia, una idea del maestro Manuel Zapata Olivella, con 30 minutos de TV por primera vez en la historia, se dio a conocer a San Antero culturalmente a nivel mundial, mostrando su tradicional PASEO DE JUDAS ISCARIOTE, el cual se realizaba el Sábado de Gloria, y que años más tarde, daría origen a la creación y celebración del primer festival del burro.

Habita en las empolvadas décadas olvidadas de San Antero de principios del siglo XX, hay un historial etiquetado de “festín irreverente”, fiestas masivas. Antes del inicio de la cuaresma se celebraba el carnaval y después de finalizada la cuaresma se festejaba la ejecución de judas Iscariote el sábado de gloria. El calendario Bristol de la empresa Lanman & Kemp-Barclay & Co. Inc de Nueva Jersey, EE.UU, era guía diaria de las acciones de los sananteranos. Del pedigrí de la sátira del carnaval resulto el testamento de Judas Iscariote.

Durante estas décadas, el carnaval estuvo plagado de sátiras, risas y de rociadores de agua, que manipulaban ingeniosos artefactos hechizos de madera elaborados de forma artesanal por los encargados de mantener en las casas a la gente acuartelada. En las calles no faltaba la presencia del samurái del carnaval, haciendo ronda, aun así la atmósfera era musical, deleitaba los oídos, retumbaban sextetos, se acoplaban bombardinos, trompetas, trombones y bombos. Las calles atraían a la gente. Las sacaba de las casas. Era fascinante. El orden estaba subvertido y el acontecimiento grande estaba por venir. Finalizada la cuaresma, un sábado de gloria, se ascendía entre el escarpado cultural a los picos mas altos en procura de rebasar la línea de la inmortalidad al reescribir el testamento de Judas.

En el transcurso de esas décadas en los tiempos de la semana santa las antiguas calles polvorientas de San Antero se transformaban en auditorios y escenografías del teatro al aire libre. La obra (judas Iscariote) en ajusticiamiento, se ponía en escena ante una multitud expectante de miles de sananteranos apoltronados sobre las angarillas de unos burros disfrazados con indumentaria de ropa vieja y flores. La lectura del trascendental testamento de judas Iscariote era un acto apoteósico y singular. La producción de la titánica epopeya estaba a cargo del mismo pueblo y su dirección técnica estaba en manos de una provisional junta directiva de voluntariados que se auto designaban en una reunión de puertas abiertas. El dinero mínimo que exigía el montaje del espectáculo era recaudado por la junta de los diversos donantes del pueblo.

En la génesis del espectáculo, La población del municipio de San Antero no superaba los 10 .000. habitantes. Tres calles (Calle Arriba, Abajo y el Panteón) concentraban por esa época la mayoría de la población porteña. Era una población con un poder tan irresistible en sus valores culturales que más de un investigador cultural, como Manuel Zapata Olivella, acababa girando a su alrededor como satélite para descifrar la fuerza inabarcable que desplegaba este pueblo en el ajusticiamiento de Judas.

A mediados de los años 60 otro reconocido investigador cultural disertando con posterioridad a la cata comparativa de los episodios culturales diría: los dos los he disfrutado por separado, el carnaval es el escote; Judas Iscariote, la minifalda.

En las últimas dos décadas San Antero vive el fenómeno Baby-boom. La explosión demográfica coincide con la bonanza de las regalías, los habitantes están triplicado frente a los censos de décadas de los 70 del siglo XX, las imágenes de pobreza son más cotidianas.

La movilidad e intercambio con otras ciudades es intenso. Vibrante. Gran parte de nuestro archivo oral ha sido estropeado, valiosas historias orales transmitidas de abuelos a nietos desaparecieron de la noche a la mañana, la primigenia oralidad del pueblo fue desplazada por un inquilino: historietas en imágenes en canales televisivos sin el ADN de nuestra cultura.

Por décadas La TV hace de prótesis del abuelo inteligente en nuestros hogares. Pudre valores. Al Irrumpir celulares y redes sociales, nuevos inquilinos entran en casa. Los diversos tipos de conflictos se potencializan. El desenlace no pinta bien, deambulan desmemoriados miles de sananteranos a causa del mal de la falta de identidad, languidecen en el tiempo con sus tejidos culturales y sociales. El festival es el revulsivo capital. El magnífico escenario cultural de semana santa es la puesta en escena ideal para rubricar un nuevo pacto colectivo, protocolizar entre las luces de la cultura, el testimonio de la nueva alianza social de los sananteranos.

Desde el advenimiento de la constitución de 1991, al municipio le cambia su rol institucional, pasa de ser un actor secundario a ser un protagonista estelar, se vuelve personaje de primer orden del desarrollo local. El alcalde es el nuevo cherif del desarrollo municipal, rememorando aquellos protagonistas de las legendarias películas del ciclo de oro del cine de Hollywood. Nuestro nuevo cherif tiene los conocimientos, la capacidad y experiencia para convertir al festival en potenciador del desarrollo local. Es una imperiosa necesidad. Al festival hay que conducirlo hacia la sala de urgencia. No da espera. La acción desplegada por la intervención de la administración municipal debe apuntar a reencauzar el carácter social, económico y cooperativo de nuestra máxima expresión cultural, el FESTIVAL NACIONAL DEL BURRO.

Quiero finalizar estas líneas con esta frase real “LA CULTURA NO SE INVENTA SE PRESERVA” ese debe ser el camino que debemos emprender, para recuperar y preservar nuestra identidad cultural.

Espero sus comentarios u opiniones.