Los presuntos malos manejos y de corrupción alrededor de la Federación Colombiana de Fútbol, FCF, parece están colmando la paciencia a muchos y quieren buscar una solución pronta a la situación que afecta el balompié nacional.
Ante esto, los Grupos de Interés del Fútbol Colombiano están haciendo una solicitud para que la FIFA y Conmebol intervengan a la FCF por varios temas entre los que se encuentra el conocido caso de la reventa de boletas de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.
Así lo dio a conocer el portal deportivo ComuTricolor.com al revelar una carta en la que se unen: la Asociación Nacional del Fútbol Femenino (ANFF), la Asociación Colombiana de Clubes de Fútbol Aficionado (ACCFA), la Asociación Colombiana de Árbitros de Fútbol (ACOLARFUT) y la Asociación de Exfutbolistas Profesionales Colombianos (AEXPRO), en la que explican los motivos para que intervenga la Federación.
¿Por qué piden intervención de Fifa y Conmebol a Federación Colombiana de Fútbol?
“Solicitud de Intervención a la Federación Colombiana de Futbol firmada por los grupos de interés del fútbol colombiano: Asociación Nacional de Fútbol Femenino – ANFF, Asociación Colombiana de Clubes de Fútbol Aficionado — ACCFA, Asociación Colombiana de Árbitros de Fútbol — ACOLARFUT y la Asociación de Exfutbolistas Profesionales Colombianos — AEXPRO.
Estimados(as) todos, cordial saludo:
Es importante anotar que en virtud de la reglamentación dispuesta para mejorar la Gobernanza en el fútbol mundial fue creada la Comisión de Grupos de Interés del Fútbol, con la finalidad que en ella estén «representados todos los colectivos que integran el fútbol asociado y tengan interés en este deporte» y gracias a esta cooperación el fútbol ha logrado grandes avances en su desarrollo, organización, competencia y promoción de principios como la inclusión, la reciprocidad y la pluralidad, por lo que resulta necesario hacerles un llamado para que en el fútbol colombiano se permita esta participación y, de esta manera, se supere la crisis que lo aqueja en estos momentos»
Y después se expone el primer punto, que es la falta de participación del fútbol femenino, de los clubes aficionados, de los exjugadores y de los árbitros. Se explica que la FCF toma decisiones desiguales y de forma cerrada, sin tener en cuenta a todos los actores del fútbol colombiano:
«1. Es conocido que en el artículo 11 de los estatutos de la FIFA, en la versión 2020, se recomendó a las Federaciones Nacionales que «integren en su seno a todos los grupos de interés determinantes en el fútbol» y aunque se trate de una recomendación, en el Sistema Federado del Fútbol Colombiano es imperiosa su consideración debido a que en la Federación Colombiana de Fútbol (COLFÚTBOL) se han propiciado conductas desiguales, discriminatorias de los grupos de interés, de desmejora para clubes formativos, al fútbol femenino, jugadores, exjugadores, entrenadores, árbitros, fútbol sala y fútbol playa, así como de desprestigio por malos manejos en los directivos de COLFÚTBOL y de sus divisiones profesional (DIMAYOR) y aficionada (DIFUTBOL), por lo que la única forma de superar estas situaciones es a través de la colaboración de CONMEBOL, de la FIFA y de los sectores que quieren acogerse al fútbol federado (como las Asociaciones legalmente constituidas que suscriben el presente documento sean admitidos como grupo de interés, de acuerdo al parágrafo del artículo segundo de los Estatutos de la Federación Colombiana)»
Y después se explica que en 2020 se envió una solicitud de participación a la FCF, pero que la respuesta se basó en la normativa legal colombiana, que les permite tomar estas decisiones por su condición de privados. Sin embargo, las autoridades del fútbol determinan que el fútbol como deporte profesional debería tener estos puntos de vista, con voz y voto, pero esto no ocurre ni en la rama femenina, en la rama aficionada, mucho menos en el fútbol playa y fútbol sala:
«De otra parte, queremos informar que el día 30 de octubre de 2020, enviamos una comunicación a la Federación Colombiana de Fútbol – COLFÚTBOL solicitando una reforma estatutaria que diera lugar a la admisión de los diferentes grupos de interés dentro de la Asamblea General de la citada Asociación y el 7 de diciembre de 2020 recibimos una respuesta donde manifestaron la negativa para incluirnos como grupo de interés en ella y reformar sus estatutos en tal sentido. El fundamento para esta respuesta fue la normatividad colombiana. En ella argumentaron que gozan de libertad asociativa, que quieren evitar cualquier tipo de injerencia que afecte este derecho donde prevalece la voluntad privada y resalta que las normas Colombianas le facultan para organizarse a través de ligas deportivas, asociaciones departamentales o del Distrito Capital o de ambas clases para fomentar, patrocinar y organizar la práctica del deporte y sus modalidades deportivas dentro del ámbito nacional e impulsar programas de interés publico y social.
Sin embargo, desconoce que en ese mismo precepto legal que cita, las federaciones deportivas deben adecuar su estructura para atender el deporte aficionado y el deporte profesional, lo que no sucede en el momento actual si se considera lo expuesto previamente, que no tienen voz ni voto los Clubes aficionados, ni mucho menos competencias deportivas en al menos 12 Ligas Departamentales, la precariedad en las condiciones en que se desarrolla el fútbol femenino o las competencias de fútbol sala y de fútbol playa, así como la carecía de protección laboral en la actividad arbitral y de los entrenadores, al igual que de los exjugadores para la reconstrucción de su historia laboral»
Pero en el segundo punto de esta petición de la intervención de Fifa y Conmebol a Federación Colombiana de Fútbol, se expone algo más delicado, se trata de la responsabilidad que definió la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en la reventa de boletería de partidos de selección Colombia para las Eliminatorias al Mundial Rusia 2018:
«2. Ahora bien, en relación con los hechos de corrupción, que afectan la Transparencia y Gobernanza de la Federación Colombiana de Fútbol y que ameritan una intervención por parte de CONMEBOL y FIFA, son aquellos por los que fue sancionada COLFÚTBOL por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia (SIC)2 y que corresponden a la violación de la libre competencia porque celebró acuerdos que la limitaron y determinaron precios inequitativos tras direccionar «la adjudicación del contrato de boletería para el Mundial de Rusia 2018 en favor de Ticketshop, excluyeron las ofertas de las demás empresas que participaron en el proceso de selección y, finalmente, adelantaron un esquema de reventa a precios muy elevados para el consumidor final» (SIC, Resolución 03572 de 6 de julio de 2020). Valga señalar que esta decisión fue ratificada por esa misma Entidad mediante la Resolución 61732 de 1° de octubre de 2020.
La sanción que le fue impuesta a COLFÚTBOL fue por valor aproximado de cinco millones de dólares — USD 5000.000.00, suma que erosiona gravemente el patrimonio de la entidad, su moralidad administrativa y pone en vilo la idoneidad y ética de quienes están administrando el fútbol colombiano. Con mayor razón si a los directivos de COLFÚTBOL también fueron sancionados «por haber colaborado, facilitado, autorizado, ejecutado o tolerado la conducta violatoria de la libre competencia contenida en el artículo 1 de la Ley 155 de 1959″…»
Y estos Grupos de Interés del Fútbol Colombiano solicitan intervención de Fifa y Conmebol a Federación Colombiana de Fútbol, tal como pasó en otros países y que ha llevado a una reorganización a dichas federaciones:
Por lo tanto, es relevante hacer un llamado a la FIFA y CONMEBOL, para que de manera urgente e impostergable intervenga a la Federación Colombiana de Fútbol, dado que ha sido renuente a establecer un sistema equitativo, incluyente, democrático, participativo, reciproco y transparente en su organización y desarrollo.
Cabe resaltar que el mencionado argumento, fue utilizado en el 2018 en la reforma que provocó las intervenciones a la Asociación Uruguaya de Fútbol — AUF, por parte de FIFA, quien impuso una comisión reguladora, y de la Asociación del Fútbol Argentino — AFA. Otro antecedente, como lo ocurrido en la Federación Peruana de Fútbol FPF, que recurrió a una Asamblea de Bases para reformar sus Estatutos por la vía de la autorregulación”.