Se acabaron las incertidumbres, Brasil confirmó la Copa América y la Conmebol anunció que las ciudades de Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá (Matto Grosso) y Goiania (Goiás) serán las sedes del certamen continental.
Alejandro Domínguez, presidente del órgano rector del fútbol suramericano, hizo el anuncio en un vídeo en portugués, que los partidos se disputarán sin público y bajo protocolos sanitarios rígidos.
Las sedes confirmadas por Domínguez habían sido divulgadas antes por el ministro de la Presidencia de Brasil, Luiz Ramos.
«Confirmada la Copa América en Brasil. Venció la coherencia! La bandera de Brasil que alberga los partidos de la Libertadores, Sudamericana, sin hablar de los campeonatos regionales y brasileños, no podría dar la espalda a un campeonato tradicional como este», escribió Ramos en su Twitter.
Así las cosas, el torneo se desarrollará en cuatro estadios:
Estado Maracaná, que, recientemente, recibió las finales del Mundial de 2014, del fútbol de los Olímpicos de 2016 y de la Copa América de 2019. Luego de la remodelación para la Copa del Mundo, quedó con capacidad de 87.101 espectadores.
El estadio Nacional de Brasilia Mané Garrincha, inaugurado en 1974 y remodelado en 2013 para el Mundial, también sería sede para la Copa. Su capacidad es de 72.800 espectadores. En la Copa del Mundo de Brasil, Colombia jugó en este escenario contra Costa de Marfil.
El Arena Pantanal, de Cuiabá, también está en los planes para la Copa América. Fue construido para el Mundial de Brasil 2014 y se inauguró en abril de ese año. Allí jugó Colombia su último partido de la fase de grupos, contra Japón.
El único de los estadios que podrían albergar la Copa que no se usó en el Mundial es el Serra Dourada, de Goiania, que tampoco fue sede de la Copa América de 2019. Fue inaugurado en 1975 y fue subsede de la Copa en la edición de 1989, en la que recibió diez juegos.
Como se recordará, Brasil fue reasignada como sede tras la salida de Argentina, precisamente por el actual impacto de la Covid en esa nación, a la que precedió la postura de Colombia, país con el que iba a compartir sede.