Luego de las acusaciones que surgieron contra Carlos Acosta, dueño de una finca en el municipio de Tierralta, quien fue señalado de causar un daño irremediable a la quebrada Aguas Vivas en ese municipio, La Lengua Caribe se trasladó hasta el lugar.
La quebrada, que nace precisamente en la finca de Acosta, está rodeada por una reserva de bosques de seis hectáreas, la cual, según los pobladores de la zona, fue preservada y resembrada por él con algunas especies nativas.
Es de resaltar que, en años anteriores ese espacio natural no se encontraba en óptimas condiciones pues antes de que, estás tierras pertenecieran al Dr. Acosta sus antiguos dueños alquilaban las tierras para quemarlas y sembrar maíz entre otros cultivos.
“Declaré, por mi propia conciencia ambiental, esa zona como una reserva porque el agua es como la sangre, corre por la persona, si la sangre no corre en la persona no hay vida, lo mismo pasa con la naturaleza”. Manifestó Acosta tras ser cuestionado por el hecho expuesto anteriormente.
Además, aseguró que “Yo no toco ese nacimiento, ni para ganadería, ni para agricultura, por el contrario reforesté con especies nativas”.
Es de aclarar que, la quebrada luego de salir de la finca de Acosta entra a la finca de Germán Fabra, tras hacer este recorrido entra nuevamente a la finca del primer mencionado, dividiendo su caudal en cuatro pequeñas corrientes.
Sin embargo, hace seis años, la persona que alquilaba esas tierras para sembrar, desvió una de las 4 corrientes para que fueran a dar a 8 hectáreas de arroz, cultivo del que era socio, al parecer, Eber Fabra.
Alrededor de este esta situación se ha conocido múltiples denuncias, puesto que en varias ocasiones se han recogido frascos de productos agroquímicos que Eber y su socio utilizaban para esos cultivos y por ende para echar a la quebrada, es decir, a la pequeña corriente que resultó desviada.
De igual forma se conoció que se han talado árboles y especies nativas como robles. Otras de las denuncias, tiene que ver con los desechos que estarían arrojando desde la finca de los Fabra al afluente.
Este medio dialogó con Carlos Acosta, quien se refirió a esta situación y a las graves acusaciones que trascendieron en su contra y aclaró que en ningún momento ha atentado contra el ambiente ni la quebrada en cuestión.
En vista a todas las problemáticas ambientales presentadas, y que el cauce natural de la quebrada seguía desviándose, Carlos Acosta volvió a canalizar la pequeña corriente de la quebrada de Aguas Vivas y nuevamente después de 6 años, volvieron a ser cuatro corrientes y no tres.
Después de esta acción, se empezó a correr la voz de un supuesto daño a dicho afluente por parte del Dr. Acosta, hecho que no sucedió de esa forma.
Lo que sí queda en tela de juicio, es el accionar de Eber Fabra, con las múltiples denuncias conocidas en su contra. Así las cosas, algunos pobladores hacen un llamado a la Corporación CVS, encargada de velar por la preservación del medio ambiente en el departamento de Córdoba, para que visiten la zona y se apersonen de esta situación que pone en riesgo a la flora y fauna de la zona con la tala de árboles nativos cerca al nuevo puente de la quebrada en la finca de la familia del señor Eber Fabra.