El caso se registró en Tulúa, Valle del Cauca, donde un soldado del Ejército de Colombia desmembró a un canino con sus propias manos y boca.
La denuncia fue realizada por los familiares del militar de la Fuerza de Tarea Hércules, quien se encontraba de permiso.
Al soldado lo encontraron en flagrancia y de inmediato fue inmovilizado por la Policía que lo trasladadó a un centro asistencial debido a su estado de alteración, sin embargo, posteriormente, quedó en libertad.
Los genitales de la mascota que, era de la familia del uniformado, no fueron hallados en las bolsas donde recogieron los restos, por lo que se espera conocer los resultados que arrojen las investigaciones que son adelantadas por el grupo especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal de la Fiscalía, Gelma.
En las próximas horas, la fiscal encargada estará dando «las órdenes necesarias para recopilar las pruebas que considere pertinentes tales como historia clínica a sanidad militar, y valoración psiquiátrica por medicina legal y pendiente de programación de audiencia de formulación de la imputación».