Lo grave de esta aberrante situación, es que los abusadores no han podido ser judicializados por falta de inoperancia estatal en la región donde se presentan los casos.
Según lo han denunciado las comunidades Jiw del resguardo Luna Roja, en Puerto Concordia, Meta, delincuentes colonos utilizan bóxer para obligar a las niñas indígenas a sostener relaciones sexuales con ellos.
En las denuncias que fueron realizadas al medio Semana, agregan que incluso la Policía atendió una emergencia y constató que un hombre estaba abusando de una menor de 12 años y de otra de 14, ambas habían inhalado la sustancia.
Pese a que el sujeto lo capturaron, fue dejado en libertad cuando la diligencia iba ser legalizada ante un juez, sin embargo se desconocen los motivos por los que no lo procesaron.
De acuerdo con la versión de un profesor frente a estos hechos, las violaciones se vendrían presentando desde el año 2015 y las menores ya se han vuelto adictas, además han disminuido su nivel académico.