Ñoño, Musa y Edwin tienen temblando al país

Ñoño, Musa y Edwin tienen temblando al país

Los congresistas Bernardo Ñoño Elías y Musa Besaile, así como el gobernador de Córdoba, Edwin Besaile, todos suspendidos por escándalos de corrupción, tienen temblando al país y a varios dirigentes políticos. Los tres declararán este viernes y han prometido revelar el listado de los partícipes de la feria de irregularidades y prebendas en el departamento y en el país.

Por un lado, el Ñoño Elías podría revelar el listado de las personas que recibieron recursos de Odebrecht, situación que complica la vida a parte de los 216 congresistas que además serán investigados por el cartel de la mermelada, es decir los que recibieron cupos indicativos a cambio de aprobar las propuestas del presidente Juan Manuel Santos.

Tanto a Musa como a Ñoño los trasladaron a cuarteles militares con el fin de darles más garantías de seguridad, pues ambos coincidieron en que delatarán a todo el mundo.

Por el otro lado, las declaraciones de Musa Besaile también podrían a dirigentes políticos, incluso de Córdoba con los que hizo alianzas políticas, y a funcionarios judiciales que participaron en el denominado cartel de la toga.

Este impacto de las declaraciones de ambos senadores se medirá este viernes cuando entreguen nombres y hechos que puedan demostrar ante las instancias judiciales.

Como se recordará, Ñoño Elías aceptó su responsabilidad por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, mientras enfrentará un juicio por los delitos de lavado de activos y concierto para delinquir por los sobornos de Odebrecht en Colombia.

Entretanto, Musa Besaile será llamado a juicio por cohecho y peculado, luego de reconocer que había pagado dos mil millones de pesos para frenar una investigación en su contra, por presuntos vínculos con grupos paramilitares.

El tercer proceso, que también se define este viernes, es el del suspendidos gobernador Edwin Besaile, a quien le realizarán la audiencia de imputación de cargos y definirán si iría o no a la cárcel.

Aunque Besaile ha señalado en distintas oportunidades que desconocía el tema del cartel de la hemofilia y que durante su administración se pagó una factura de 1.500 millones de pesos, la cual había sido radicada en 2015, no se sabe si insistirá en esa versión que seguramente será rebatida por el secretario de Salud de la época, José Jaime Pareja, a quien el mandatario ha responsabilizado por el desembolso.

Pese a la autonomía que existía para el manejo de los recursos, varios funcionarios allegados a la administración coincidieron en que en la Gobernación de Córdoba no se movía una sola cuenta si esta no contaba con el visto bueno de Roberto Tirado, escudero de Besaile.

En caso que el gobernador llegara a aceptar que habría recibido recursos de la corrupción, también sería probable que delate a las personas que participaron en los hechos y los acuerdos que se suscribieron con sus socios políticos.

La situación no está nada fácil. La verdad será revelada por los implicados, quienes a la hora de reducir penas estarían dispuestos a aventar a sus socios financieros.

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