El gremio de mototaxistas cansados de las persecuciones de las que son víctimas por parte de la alcaldía en cabeza de Marcos Daniel Pineda, las autoridades y el Gobierno Nacional, decidió realizar una marcha este viernes 9 de noviembre en la ciudad de Montería.
La caravana de motorizados saldrá desde la Plaza Roja del P5 al CAI Granada, posteriormente se dirigirán por toda la circunvalar a la calle 41, tomando la carrera segunda hasta llegar a La Catedral.
En los bajos de la alcaldía comunicaran sus solicitudes en una tarima, en la que exigirán la creación de un cabildo abierto en el que se haga participe la Gobernación de Córdoba, la Asamblea, el Concejo Municipal, la alcaldía, la Secretaría de Gobierno de las dos entidades, el ministerio de agricultura, el Sena y la Policía Nacional.
“Queremos llegar a unos acuerdos que sean reales y a corto plazo, para ejecutar proyectos que generen empleo y oportunidades. Nos comprometemos a respetar las normas y decretos establecidos creando una veeduría para el gremio que respete la ley”, señaló Carlos Muñoz, vocero de los trabajadores informales.
Asimismo, manifestó que no van a permitir que ocurra lo mismo que en negociaciones pasadas, donde algunos líderes buscaron su beneficio particular dejando al gremio por fuera, “esta vez va a ser al contrario, los mototaxistas van a hacer los autores de las propuestas que generaran empleo”.
El miembro del gremio de mototaxista señaló que en otros departamentos han realizado estas protestas por las vías de hecho, sin embargo, ellos quieren agotar los recursos de ley y demostrar que, “no somos delincuentes para comportarnos de esa manera, somos un grupo de ciudadanos que queremos desmontarnos de la moto y tenemos proyectos y la solución a la problemática, pero necesitamos el acompañamiento del Ministerio de Agricultura, Comercio Exterior, Interior y de las universidad y tecnólogos”.
Para finalizar, Muñoz agregó que para la realización de la marcha solicitaron el acompañamiento de la Policía y así prevenir cualquier tipo de disturbio que pueda ocasionarse, debido a que su intención es llegar a un acuerdo, no alterar el orden público.