El gobernador de Córdoba, Edwin Besaile, está muy asustado con todo lo que le está pasando. Al anuncio de la Fiscalía de imputarle los delitos de concierto para delinquir y peculado, se suma el de la Procuraduría de una posible suspensión.
Esas serían las razones por las cuales, varios funcionarios de la administración departamental decidieron trabajar el sábado. Corrían de un lugar a otro, revisaban documentos, analizaban contratos, gestionaban transferencias y llamaban una y diez veces a sus jefes por teléfono.
Las razones podrían ser muchas, pero parecerían estar muy ligadas a los anuncios hechas por las autoridades en estos últimos días. El mismo procurador general, Fernando Carrillo, ordenó crear un grupo especial para revisar todos los contratos de la Gobernación de Córdoba.
El órgano de control no solo mirará los del actual mandatario, sino también los que se suscribieron durante la pasada administración del exgobernador Alejandro Lyons, quien ha venido denunciando los actos de corrupción que cometió., aliado con sus socios políticosw, especialmente con los contratos de ciencia y tecnología y con el denominado cartel de la hemofilia.
Carrillo dijo que hay hallazgos importantes que podrían comprometer la permanencia de Besaile en la administración departamental, pues el funcionario no descartó una posible suspensión del cargo.
Aunque muchos se resistan a creerlo, todo eso forma parte del ‘coletazo’ de las declaraciones dadas por Lyons a la W en la cual señaló que no entendía por qué el gobernador estaba tan tranquilo, si él había aportado pruebas contundentes de su participación en los actos de corrupción.
Afán por mostrar gestión
Otro hecho que haría pensar que las cosas no andan muy bien en la Gobernación de Córdoba es el afán que tiene el mandatario pos mostrar gestiones.
Durante el fin de semana anunció obras, socializó con la comunidad, habló del tema del hospital San Jerónimo mostrando una farmacia llena de drogas, pero que no llegan a los pacientes que la requieren…en fin, hizo de todo.
La expectativa crece en su gabinete, pero sus abogados han señalado que no hay nada que temer y que Besaile podrá demostrar que no ha participado en el saqueo al erario público en Córdoba.