30 años después habitantes de La Mejor Esquina recuerdan con dolor “El Fandango de la Muerte”

Los habitantes del municipio “Mejor Esquina” recuerdan con gran dolor los hechos sucedidos el 3 de abril de 1998. Cuando celebraban la fiesta de fandango, tradición del Domingo de Resurrección, un grupo de 20 paramilitares que se hacían conocer como “Los Magníficos” irrumpió el festejo y acribilló a 28 campesinos de la región.

Este crimen que aún sigue impune, es recordado después de 30 años por los habitantes del corregimiento “Mejor Esquina” en Buenavista, Córdoba.

“Los Magníficos”, era uno de los grupos del comandante paramilitar, Fidel Castaño Gill, que al parecer cometió la masacre  por ofrecer supuesta ayuda a guerrilleros del EPL, sin embargo el hecho nunca se esclareció.

Desde el año 1998, este pueblo vive una soledad inmensa, los sobrevivientes de la masacre recuerdan como si no hubieran pasado 30 años el hecho de sangre que marcó como sus vidas y quedó grabado en su memoria y se convirtió en una de las historias de terror de los colombianos.

“Aquí, si la gente escucha un carro, de una vez se esconde. Hubo una vez que estábamos en un campeonato y alguien dijo ‘ahí vienen unos armados’ y no quedó nadie en la plaza”, señaló María Sáenz una sobreviviente, que perdió a varios de sus familiares ese trágico 3 de abril.

Por su parte, Miladis Martínez, otra mujer que sobrevivió para contar la masacre señaló que “yo todavía escucho las ráfagas”.

Esta matanza que ocurrió en un terreno que pertenecía a Teresa Martínez, habitante de Mejor Esquina, donde se encontraban cerca de 200 hombres y mujeres disfrutando con bailes los sabores del porro, vivieron durante 10 minutos una “lluvia de tiros”, en la que 28 personas resultaron muertas y 17 heridas.

Al día siguiente de la masacre, varios campesinos fueron hasta el municipio de Buenavista para pedirle a la Policía que les ayudara con sus muertos, pero se negaron.

Como pudieron los familiares de las víctimas, hicieron su velorio y enterraron a sus muertos, solo los medios de comunicación y el ejército hicieron presencia en el corregimiento tras la masacre.

El miedo infundido hizo que transcurridos los días, casi la mitad del pueblo se desplazará del lugar, dejando tirada sus tierras y sus cultivos.

Tanto fue el miedo causado que la gente no se atrevió a acudir ante la justicia en ese momento, incluso, algunos ni siquiera están reconocidos como víctimas por el registro de la Ley 1448 de 2011, de Víctimas y Restitución de Tierras.

En la actualidad, Dáninson Pérez, un habitante denunció que el pueblo enfrenta un déficit de educación,  pues los niños y jóvenes no pueden terminar el bachillerato porque solo hay educación secundaria hasta grado noveno.

“Los que tienen cómo, mandan a sus hijos a estudiar a Buenavista; pero los que no pueden pagar ese transporte, se quedan sin terminar el colegio”, señaló Pérez.

Tampoco hay quien atienda a los enfermos, en Mejor Esquina solo se tiene la estructura de lo que sería un puesto de salud.

Al parecer el gobierno se olvidó hace mucho tiempo de este pueblo que hace treinta años sufrió el horror de la guerra.