«En Popayán, profesores de la Universidad suspendieron las clases para que los muchachos vinieran a insultarnos. Aquí le dimos la palabra a uno y le contestamos, sin insultos. Hicimos debate al aire libre ya que la universidad lo niega. Que les enseñen argumentos, no innuendos».
Ese fue el trino que desató una nueva polémica en el país, pues el senador Álvaro Uribe Vélez, respondió de esa manera a los insultos y agresiones que recibió en Popayán, cuando intentó hablar de sus propuestas en la universidad de la capital del Cauca.
En esa ciudad se registraron fuertes disturbios cuando un grupo de manifestantes interrumpió al expresidente Álvaro Uribe, y luego comenzó a insultarlo para expresar su malestar por la presencia en esa ciudad.
La situación pasó a mayores porque los simpatizantes de Uribe, también un nutrido grupo, se enfrentó a gritos con los que se oponían a escucharlo y fue necesaria la intervención de la fuerza pública, con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras, para evitar que la situación pasara a mayores.
Para el expresidente de Colombia esa fue una situación provocada por profesores y decanos a quienes les hizo una invitación para que no inciten a la violencia.