La soledad que ha ayudado a Gustavo Petro es la misma que podría condenarlo

La soledad que ha ayudado a Gustavo Petro es la misma que podría condenarlo

Gustavo Petro se ha convertido en la esperanza y en la gran oportunidad de la izquierda para llegar al poder no obstante la mayoría de las decisiones que ha tomado en su carrera política siempre han generado polémica.

Los más de dos millones de votos que Petro sacó en las pasadas consultas interpartidistas han sido el reflejo de la constante actividad política que ha manejado desde los inicios de su campaña presidencial pues han sido muchas las plazas que el candidato ha llenado con personas que llegan a brindarle todo su apoyo.

Después de la jornada electoral a pesar de la gruesa cantidad de votos que recibió, prefirió cuestionar primeramente las irregularidades en cuanto a los tarjetones de las consultas.

En la vida pública de Petro no existen puntos intermedios, es querido o es odiado, o lidia con críticas feroces de su pasado en las filas del M19, o es admirado por su carrera ascendente en la política.

Después de años de martirio hoy la izquierda ansia su turno en el poder.

Christian Rojas, jefe del Departamento de Ciencias Políticas de la U. de la Sabana, dice que “en cuanto a sus resultados hace parte de las figuras máximas de la izquierda en Colombia, que han pasado de los líderes inmolados como Bernardo Jaramillo y Jaime Pardo, a reales contendientes del poder. El fenómeno que simboliza no se ha visto hasta el momento, pues aunque la izquierda siempre ha estado separada, no existía alguien capaz de mover sus bases como lo hace él”.

Por otra parte, Antonio Navarro Wolff, político y exmilitante del grupo armado insurgente M-19 probó que se puede llegar a cargos importantes. Al referirse a Gustavo Petro repite varias veces que es “inteligente, muy inteligente” y explica que “por eso es capaz de tener una visión propia de ese nivel”.

Entre otras cosas afirma que de Petro aprendió que “él cree que la sociedad hay que cambiarla y hace demasiado énfasis en eso, pero hay que saber hasta donde puede tolerar los cambios”.

No obstante dice que “lo que le pasa la factura es que es un hombre muy solitario”, y agrega que, “como es inteligente y lo sabe, quiere siempre actual solo”.

Esa soledad lo ha ayudado en toda su actividad política a lo largo de su carrera, pero también puede condenarlo en vista de que el candidato ahora debe decidir si convienen las alianzas para una elección que podría reivindicar 20 años en donde la izquierda ha crecido en el país.

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