La vicefiscal Maria Paulina Riveros llegará este jueves a Barranquilla con el fin de inspeccionar de manera directa lo que está ocurriendo en la Universidad Autónoma del Caribe, uno de los centros de educación superior de más trayectoria en la costa.
La funcionaria, junto con un delegado de Seguridad Ciudadana, se entrevistará con los estudiantes y profesores que llevan varios días liderando una protesta por la grave crisis financiera que vive la institución.
La Fiscalía General de la Nación le pone la lupa a las presuntas irregularidades en el manejo de los recursos que tienen a los profesores sin sus salarios desde hace varios meses y a los estudiantes en anormalidad académica.
Esa visita es el resultado del traslado del caso que hizo el Ministerio de Educación a la Fiscalía, luego de una visita de inspección al claustro universitario en el cual pudo verificar que no hay normalización en los pagos.
La ministra Yaneth Giha firmó dos resoluciones, mediante las cuales abre dos investigaciones administrativas contra la Universidad Autónoma.
¿Qué dice el rector?
El rector de la Universidad Autónoma del Caribe, Ramses Vargas, responsabilizó de la crisis a la anterior rectora, Silvia Gette, indicando que la misma había montado un tinglado criminal y que cuando asumió las riendas de la misma, estaba a punto de ser cerrada.
Dijo que había tenido que acudir a la banca para salir del déficit fiscal cercano a los 25 mil millones, pues a su juicio Gette convirtió la plata de los padres de familia en su caja menor.
Sostuvo además que con el argumento falaz de tener un equipo de futbol universitario embarcó a la Autónoma en una aventura multimillonaria que distaba mucho de la misión educativa para la que fue concebida hace 50 años y que el equipo era un capricho que le daba notoriedad a su novio, un jugador de apellido Niebles .
Explicó que luego de una persecución mediática, liderada por la misma Gette, con algunos empleados aliados, un juez laboral de Barranquilla embargó las cuentas de la universidad con los dineros que pagarían la nómina y las primas de diciembre y dejó sin esos recursos a los casi 2.000 empleados de la universidad.
En los últimos días el Ministerio de Educación los conminó en un plazo de cinco días a pagar la totalidad de las nóminas, pero no hay recursos porque no les han hecho el desembolso y las cuentas están embargadas.
Finalmente, sostuvo que seguirán luchando para no permitir que la exrectora acabe con un patrimonio que es de toda la comunidad.