En buses y taxis de rutas escolares transportaban y vendía drogas en colegios de Bogotá

En buses y taxis de rutas escolares transportaban y vendía drogas en colegios de Bogotá

Las autoridades descubrieron el modus operandi de peligrosos delincuentes dedicados a la venta de drogas alucinógenas a menos de 200 metros, en las afueras de dos colegios de Bogotá.

Luego de seis meses de seguimiento y tras la denuncia de un padre de familia cuyo hijo cayó en el mundo de las drogas,  la Policía pudo establecer que la olla  funcionaba en la localidad de Kennedy, y que los expendedores utilizaban buses y taxis escolares para la distribución de los alucinógenos por lo que pasaban casi que inadvertidos ante las autoridades y los mismos profesores, convirtiéndose en la segunda olla más «importante» ya que generaba más riesgo de  consumo entre los estudiantes, después de la olla del sector Rafael Uribe Uribe.

“La sorpresa fue que utilizaban vehículos de rutas escolares y taxis para transportar el estupefaciente de un lugar a otro, eso fue lo que nos causó más indignación”, reveló el mayor Luis Miguel Morales, de la Policía de Infancia y Adolescencia.

Establecieron las autoridades que  los jíbaros iniciaban a los niños dándoles pequeñas  dosis de marihuana y bazuco, que cuestan entre mil y cinco mil pesos, luego cuando yo volvían adictos  ya les aumentaban el costo de las dosis.
» Con tal de consumir, una vez adictos los niños y jóvenes adoptan otras actitudes hasta delictivas como por ejemplo comienzan a robarle dinero a sus padres,  otros no consumen sus meriendas sino que  gastan sus mesadas en drogas», afirmó el mayor Morales.

Luego del seguimiento y de la puesta en marcha de un operativo las autoridades capturaron a tres personas  que deberán responder por los delitos de tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir e incitación a menores de edad.

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