Luego de evaluar la tutela de dos estudiantes que fueron expulsados de una escuela militar por haber tenido sexo dentro de la institución, la Corte estableció que no se pueden expulsar estudiantes de un colegio por esas razones.
Los dos alumnos presentaron una tutela en contra de las directivas que tomaron la decisión de retirarlos del plantel, al momento de que la Corte Constitucional revisó el caso, encontró que a los jóvenes se les había violado su derecho a la intimidad y el debido proceso.
En este sentido, el alto tribunal, manifestó que la sanción que recibieron los estudiantes fue “desproporcionada” pues el manual de convivencia de la institución no tenía como castigo por esta falta, la expulsión.
De acuerdo con el expediente, los alumnos fueron grabados cometiendo la falta lo que significó para las directivas una falta disciplinaria gravísima que ameritó la cancelación de matrícula de los jóvenes y su expulsión.
Aunque la Corte aclaró que la acción es reprochable la falta, el colegio ha debido tener en cuenta lo contenido en su manual de convivencia y atenuar la sanción de los estudiantes pues ambos aceptaron haber cometido la falta.
“El modelo de sanciones debe configurarse gradualmente según la gravedad de la falta, a fin de conservar los principios de proporcionalidad y reazonabilidad”, dice el alto tribunal.