Cuatro aviones de combate tornados de las Fuerzas Aéreas británicas (RAF) tuvieron participación en el «ataque exitoso» contra una instalación de almacenamiento militar en Siria.
Tras un supuesto ataque con armas químicas por parte del gobierno sirio en Duma el pasado 7 de abril en el que murieron 40 personas, en su mayoría niños y mujeres, Estados Unidos atacó este viernes 13 de abril a Siria, en conjunto con Reino Unido y Francia. Esta sería la segunda vez que Trump ataca en un año al país árabe.
El bombardeo ya habría sido anunciado por el presidente Trump, quien señaló al gobierno sirio de ser un régimen criminal y terrible, «ordené a las fuerzas armadas de Estados Unidos que lancen ataques de precisión a blancos asociados con la capacidad de armas químicas del dictador Bashar al Asad (…) este régimen terrible, utilizó armas químicas para masacrar civiles inocentes cerca de la capital, esto es un acto despreciable y maligno».
El mandatario estadounidense también aseguró que dicho ataque fue coordinado con Reino Unido y Francia. Además, lanzó fuertes críticas a Irán y Rusia, países que son aliados del gobierno Sirio, «son responsables por apoyar, equipar y financiar al régimen criminal de al Asad».
El ministro de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, espera que «el régimen de Bachar al Asad y sus aliados hayan comprendido la lección tras los bombardeos» y aseguró que «si se produce otro ataque con armas químicas habrá otra respuesta».
Le Drian, añadió que buena parte del arsenal químico de Siria fue destruido y que ese era el objetivo.
«El objetivo era destruir los instrumentos químicos del régimen y mostrarle a Al Asad que cuando se cruza la línea roja hay consecuencias».
Por su parte, el presidente Ruso, Vladimir Putin, calificó el ataque de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra Siria como una «agresión a un estado soberano.
