En tragedia terminó para unos jóvenes una tarde de diversión en la ‘Ciudad de Hierro’, luego de que uniformados del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), al parecer les propinaran una fuerte golpiza, los robaran y los amenazaran de muerte.
Según Indira Ferrari Acosta, madre de los hermanos Gutiérrez Ferrari, “mi hijo Fabio Gutiérrez Ferrari, empleado de una empresa de telefonía, nos invitó a su hermano menor y a mí a dicho parque de recreación el miércoles 31 de octubre. Nos fuimos en motos separadas. Fabio iba con su hermano menor mientras nosotros nos adelantamos”.
Posteriormente, alrededor de las 9:30 pm cuando los jóvenes se movilizaban por la glorieta de Cantaclaro, se percataron de que eran seguidos por los uniformados, por lo que se detuvieron pensando que se trataría de un procedimiento de registro y control.
Sin embargo, uno de los agentes del Goes le propinó un fuerte golpe a Fabio en una de sus costillas, mientras que los otros policías apaleaban a su hermano.
De acuerdo a la versión de los hermanos, fueron dos policías hombres y una mujer identificados como la patrullera Mary Cruz de Arco, el subintendente Óscar Ariza López y el conductor de la patrulla al que le desconocen el nombre, quienes los golpearon.
Asimismo, relataron que llegó una camioneta de la institución, en la que los subieron a la fuerza esposados y los llevaron hacía la vía Montería – Planeta Rica, a la altura del Club de Golf, donde les manifestaron que, “el Goes se respeta”.
“Entraron por dicha carretera y se detuvieron en medio de la maleza y la oscuridad. Los bajaron y siguieron con las agresiones. Los obligaron a arrodillarse y los amenazaron con matarlos si denunciaban el hecho, y que ya sabían dónde vivían “, aseguró la madre de los jóvenes.
Finalmente, los jóvenes estuvieron escondidos mientras pasaba la camioneta policial y como nadie los auxilió les tocó caminar hasta Bavaria, donde tomaron una motocicleta que los llevó a inmediaciones del centro comercial Nuestro.
En dicho sitio uno de los hermanos se percató de que le hacían falta 370 mil pesos en su cartera y de que tenía una muela rota, debido a los múltiples golpes que le propinaron sin razón alguna.
“Creo que nos confundieron con los de una caravana de motorizados que esa noche de Halloween andaban sin permiso”, puntualizó Fabio a su progenitora.
Se conoció que las víctimas instauraron la denuncia ante la Fiscalía y Procuraduría Provincial de Montería, además, solicitaron una medida de protección que les fue concedida.
Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado al respecto.