Las autoridades de Girón, Santander, descubrieron que los reclusos del penal Palogordo escondían celulares al interior de biblias y jabones, que se prestaban entre ellos.
Asimismo, se logró constatar que los presos utilizaban los dispositivos móviles para extorsionar a comerciantes y hacendados de la ciudad. El coronel Manuel Vásquez, comandante de la Policía de Bucaramanga, aseguró que, “los familiares de estos delincuentes usaban un bisturí para rasgar las páginas de La Biblia o jabones y así poder adecuar un compartimento donde escondían los equipos”.
Hasta el momento los sujetos que tenían en su poder los teléfonos móviles, tendrán que responder ante la Fiscalía por el delito de extorción.