Poco se ha conocido del asesinato de Álvaro Enrique Peña Navas, quien murió a causa de varios impactos de bala la noche del tres de marzo en el municipio de Sabanalarga, Atlántico.
Su esposa, Denis Castro Mendoza, explicó que el día del asesinato Peña Navas había pasado la tarde en una finca ganadera de su propiedad, en ese mismo municipio, revisando los animales y ocupado en las labores del campo con su hijo de siete años.
En esa noche la victima llegó a la casa de su suegra y se sentó en la terraza con sus dos hijos. De uno y siete años. “Estaba tranquilo, sin ningún temor, porque no era un hombre de problemas”, expresó la mujer, quien ya no convivía con él.
Agregó también que “cuando llevábamos unos 20 minutos de estar conversando, aparecieron dos sujetos en una moto y le dispararon”, además dijo que la niña de un año abrazó a su papá como intentando protegerlo, pero a los pistoleros no les importó e igual le dispararon en la cabeza y huyeron.
El ganadero quedó tendido en la terraza, muchas personas se acercaron para curiosear mientras que otros intentaron ayudarlo.
La familia por su parte denunció que mientras trasladaban la víctima al hospital personas inescrupulosas robaron las pertenecías de Álvaro Enrique Peña Navas, lo que ha causado que los familiares no les sea posible reclamar el cadáver en Medicina Legal, ya que no tienen la cédula de ciudadanía para realizar el trámite.