Al conmemorarse hoy 8 de marzo el dia internacional de la mujer, en homenaje a aquellas obreras del Bajo Manhatan (Nueva York) que en 1857,se declararon en huelga y se lanzaron a las calles en protesta por las miserables condiciones de trabajo, exigiendo la humanización de las condiciones de trabajo e igualdad de condición, hoy La Lengua Caribe recopila ese sentido de superación por el que medio siglo despues, más de 15.000 mujeres marcharon nuevamente por las calles de Nueva York, reclamando la reducción de la jornada de trabajo de 16 a 10 horas diarias -bajo el lema «Pan y Rosas». Posteriormente y en múltiples ocasiones, las enérgicas voces y acciones de las mujeres han logrado significativos avances en el ejercicio y conquista de sus derechos.
40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil, suceso que se dio en 1908. Durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fabrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga.
Hoy 160 años después de de la primera y 109 años de la segunda, miles de mujeres en el mundo son merecedoras de ese reconocimiento a su valentía y lucha decidida por salir adelante desde diferentes frentes. En un sencillo homenaje a todas las mujeres cordobesas La Lengua Caribe conoció la historia de algunas de ellas que de manera representativa se han destacado y con su trabajo han hecho un aporte a la sociedad y a la mujer cordobesa.
Yamina Pestana con el tesón y la «malicia indígena» para salir adelante
Aunque ahora es de amplio reconocimiento en la política nacional a esta mujer de origen indígena le costó como a la mayoría de los cristianos forjarse y ganarse su puesto a punta de tesón y de esa «malicia» indígena que caracteriza a la comunidad Zenú, para intuir y saber decidir ante las difíciles situaciones de la vida. Yamina Pestana Rojas, la hoy senadora de la república recorrió las polvorientas calles de su natal Momil ganándose la vida.
«Mi mamá una mujer santandereana, ocañera nos enseñó siempre que debíamos ganarnos la cosas, nos enseño junto a mi padre un campesino indígena que nunca fue a la escuela pero que sí proyectó formar un hogar lleno de valores, que la vida por muy difícil que sean las cosas hay que superarlas, y en ese sentido nos educaron a 12 hermanos que en medio de la nada salimos adelante», señaló la Senadora.
Relata que haber pasado por muchas necesidades y estudiar en una escuela pública la llenó cada vez más de aspiraciones y retos, promovidos por ese esfuerzo de sus padres. Cuenta que como la mayoría de las familias campesinas no tuvieron lujos, ni tampoco quien hiciera los quehaceres de la casa, es decir en su casa nunca hubo empleada doméstica, esto la convirtió en un ser responsable.
«Mi mamá tenía una tienda y bueno fuimos 12 hermanos de papá y mamá y nos tocaba hacer todos los quehaceres, aprendimos a cocinar, lavar, planchar, barrer, hacer bollo, en fin lo cotidiano de un hogar campesino, nunca hubo una empleada en casa, porque eramos tantos y no había con que pagar una empleada, eso nos enseñó mucho a ser mejores personas, a ser responsables», afirma la senadora mientras se le escucha en su voz un eco de nostalgia y alegría la mismo tiempo, según ella porque siempre es bonito recordar y tener presente de dónde venimos.
Hoy como integrante de la comisión de la mujer desde el Senado de la República impulsa oportunidades para la mujer cordobesa conciente que son tantas las necesidades de las comunidades y sobre todo par este género.
«En mi comunidad indígena hay tanto talento como necesidades que estamos en el compromiso de seguir trabajando por generar oportunidades, sin embargo si cada uno como individuo no nos ponemos la camiseta y no luchamos por nuestros ideales es imposible. Desde el Congreso impulsamos herramientas para el trabajo de nuestras mujeres, de nuestras artesanas. Admiro mucho a la mujer cordobesa, a la mujer indígena, a la mujer sinuana porque siempre en medio de adversidades salimos adelante y el ejemplo yo lo tengo en mi familia donde somos siete mujeres y todas de alguna forma le aportamos a la sociedad desde la docencia, desde el sector público, desde el sector privado, desde la política».
Yamina Pestana es madre, hermana, amiga, esposa, líder pero ante todo es mujer y hoy en el día internacional de la mujer le rinde un homenaje a sus congéneres y las impulsa a estudiar y a seguir adelante para cerrar la brecha de la desigualdad.
«Por fortuna vemos que las cosas han cambiado porque las mujeres somos más organizada por naturaleza, y en Córdoba hay un claro ejemplo de cómo la mujer ha escalado posiciones, pero es necesario seguir cerrando esta brecha de desigualdad, cuando yo veo en mi pueblo a las jovencitas, a las niñas con sus mochitos cortos, descalzas, en bicicleta o pie, sudorosas divirtiéndose, o trabajando, yendo o regresando de la escuela las llamo y les digo «así como ustedes andaba yo, estudien, estudien».
Ahora cuando ha escalado y que se siente realizada con un hogar estable de 23 años de matrimonio con dos hijas mayores de edad, y toda la responsabilidad que le otorga su credencial como senadora quiere que a futuro los cordobeses la recuerden como una mujer, alegre, sencilla que buscó la forma de impulsar a su gente a seguir adelante.