“La paz con las Farc es por el gusto, se van ellos y atrás viene otros”, frases como esta son escuchadas por los campesinos de Córdoba y de otras zonas de país donde se juró que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia jamás volverían a empuñar un arma para someterlos a realizar actos en contra de su propia voluntad.
Andrés Chica, defensor de derechos humanos del movimiento Marcha Patriótica, denunció que al parecer ahora los miembros del Clan del Golfo estarían obligando a los campesinos del Nudo del Paramillo para que siembren cultivos de coca.
«Definitivamente, es como si no se hubiera acabado con el problema, simplemente fue reemplazado, se fue un espíritu y llegó el diablo», aseguró uno de los campesinos de las zona. Los miembros de las bandas criminales que operan en los municipio de Tierralta, Valencia, Puerto Libertador y San José de Uré están ofreciendo un millón 800 mil pesos por cada hectárea sembrada; y aquel que se oponga, sufrirá las consecuencias.
Según Chica, en estas zonas de Córdoba también ha incrementado cuantiosamente las amenazas, la extorsión y las presiones; por lo que el líder del movimiento hace un llamado al Gobierno Nacional para que tome cartas en el asunto y evite que las bandas criminales ocupen el espacio que viene dejando las Farc.
De acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo, “la tendencia al incremento de cultivos de coca se ha mantenido, de acuerdo a los datos aportados el 6 de abril de 2017 por los campesinos de Tierralta, cuando se firmó el acuerdo de sustitución voluntaria. El área con cultivos de coca asciende a 3.789 hectáreas, lo cual mostraría un incremento con respecto a las últimas cifras oficiales para todo el departamento de Córdoba, del 278,65%”.
Gabriel Fernando Marín Peñalosa, comandante de la Décima Primer Brigada, manifestó que en los últimos tres meses han sido erradicadas alrededor de unas 100 hectáreas de coca, cifra inferior al número de cultivos sembrados sobre todo en zonas aledañas al municipio de Tierralta.