Ingenieros de la hidroeléctrica Urrá y el presidente de la empresa, Alfredo Solano, le dieron un parte de tranquilidad a los cordobeses y en especial a las poblaciones que se encuentran a orillas de la ribera del río Sinú, tras explicar la operación real del embalse en la temporada invernal.
“Dependiendo de cómo esté la disponibilidad del embalse para almacenar agua, esta creciente queda toda almacenada en el vaso del embalse, hace como tres semanas por ejemplo; hubo una creciente que tuvo un pico de 1. 920 m3/s y no pasó nada porque hubo una creciente pero no hubo vertimiento y el embalse tiene todo el volumen para almacenar”, explicó Rafael Piedrahita, gerente técnico de Urrá.
Sin embargo, el funcionario también explicó que es cierto que el embalse está en unos niveles bastante altos que quizás alcanzarían a rebosar, “la palabra rebose no debe asustar, simplemente, prevenir”, indicó Piedrahita en su intervención.
Por su parte el presidente de Urrá, Alfredo Solano, fue muy explícito al exponer cómo funciona la hidroeléctrica, “supongamos que hay una jarra llenándose de agua, la pluma está botando agua y la jarra empieza a llenarse, llega un momento en que empieza a botar por el pico, ese pico en el embalse, es el rebosadero y esa agua vuelve al río. Pero, si la pluma sigue abierta, ya esa no a manejamos nosotros, esa la maneja allá arriba San Pedro”.
Solano explicó finalmente que Urrá no es culpable de las inundaciones, y que son las lluvias naturales. “Por eso es que en estos momentos no podemos dejar de generar con menos de 4 máquinas, para liberar agua lo más que podamos y tener capacidad de amortiguamiento y el embalse se mantenga a unos niveles equilibrados. Si nosotros decidimos no generar, pueda que bajen los niveles de inundación, pero va a ser peor porque va a llegar un momento en que la situación se vuelva incontrolable”.