Cordobeses perciben captura de Ñoño como una ‘traición cachaca’

Cordobeses perciben captura de Ñoño como una ‘traición cachaca’

Como en Córdoba hay gente de todas las vertientes políticas, unos están que ‘brincan de la dicha’ por la captura del senador Bernardo Ñoño Elías y otros están tristes por su desgracia. En lo único en que coinciden esas dos partes es que hubo ‘traición cachaca’.

Aunque no revelan nombres específicos lanzaron frases como estas: «Es que ya no necesitan sus votos para la reelección», «Esos cachacos son unos traidores», «No pudo con la élite bogotana», en fin, convirtieron el hecho en una polémica entre provincianos y capitalinos.

Y efectivamente, los senadores Musa Besaile y Ñoño Elías gozaron por largo tiempo de las adulaciones y luego de la mermelada del presidente Juan Manuel Santos, pero ahora que este último cayó en desgracia, Santos sería el último en hacer algún pronunciamiento al respecto, pues su poderosa máquina de votos ya no es vital para el Gobierno.

La primera traición del presidente Santos hacia Ñoño es de vieja data. En una gira hecha a Córdobaq en plena campaña reeleccionista le pidió a sus cuadros directivos que no permitieran que se subiera a la tarima ni Ñoño, Ni Musa. Sin embargo, luego se sentó con ellos en privado y los atendió como reyes.

La lista continúa con la ‘cacería de brujas’ que permitió en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad que se había convertido en el fortín político del Ñoño en Córdoba. Hace pocos días justamente la saliente directora, Cristina Plaza, dijo que se lo había robado durante 14 años consecutivos.

Y sigue. También sacó a su cuota política de Fonade. Le dijo no más a Ariél Aduén, quien había sido recomendado por Ñoño Elías para el alto cargo. Y como para cerrar la numerosa lista, guardó silencio absoluto ante la arremetida al hombre que le puso la votación más alta y en forma contradictoría, sí defendió al exalcalde de Montería Carlos Eduardo Correa, de quien dijo que era un hombre de altas calidades y apenas lo dejaron en libertad, tras permanecer en el búnker de la Fiscalía, investigado por corrupción, lo nombró director nacional de Findeter, cargo en el que no se pudo posesionar por decisión de la junta directiva.

Como quien dice, Santos se sirvió de sus votos y cuando caen en desgracia, ya no los conocen, situación que se ha repetido en varias oportunidades en la historia política de Córdoba.

Consolidó la Ñoñomanía

El sobrino y heredero político del fallecido excongresista, vinculado al proceso 8.000, Jorge Ramón ‘Joche’ Elías Náder, resultó hábil para esas lides.

El ingeniero civil llegó a la Cámara de Representantes en 2006 por el Partido de La U como fórmula de la exsenadora cordobesa Zulema Jattin. Sin embargo, hay que señalar que en ese momento los Elías habían desaparecido prácticamente como fuerza política.

En el 2010 dio el salto al Senado y logra la octava votación más alta del partido de la U con 74.247 votos, los mismos que con el paso de los días empezaron a disputarse el expresidente Álvaro Uribe con el presidente Juan Manuel Santos y que finalmente ganó este último.

En cuatro años Ñoño aumentó su votación de manera vertiginosa y obtuvo 140.143 votos y a partir de ese momento se empezó a consolidar la marca amarilla que hoy todos reconocen en Córdoba que es conocida como la Ñoñomanía.

Esos mismos votos, junto a los de Musa Besaile, fueron claves para reelegir ese mismo año a Santos, cuya segunda Presidencia fue definida en el Caribe, pero que hoy no significan nada para el presidente Juan Manuel Santos.

 

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