A periodistas les ha ido como ‘perros en misa’ en Reinado de la Ganadería

A periodistas les ha ido como ‘perros en misa’ en Reinado de la Ganadería

Pese a que los medios de comunicación son el aliado número uno para que se conozcan los detalles del Reinado Nacional e Internacional de la Ganadería, en Córdoba se han convertido para los organizadores y en los patrocinadores en un verdadero estorbo y por ello a la mayoría les ha ido como ‘perros en misa’.

Por lo menos así se evidencia en el tratamiento que han dado a la prensa en la mayoría de los eventos oficiales del certamen, que con el paso de los años ha ido perdiendo protagonismo.

Acreditaciones a tutiplén

El primer escollo del certamen lo marcó el esquema de acreditaciones. Periodistas ‘fantasmas’, esos que no trabajan para ningún medio de comunicación, son los primeros en lucir las escarapelas de prensa.

Diana Umaña, la jefe de prensa del certamen, no fue lo cuidadosamente selectiva para entregar las escarapelas y se limitó a darlas a todos aquellos que les llevaron papeles membreteados, sin saber si efectivamente trabajan o no para esos medios.

Cuando los patrocinadores vieron esa andanada de periodistas se asustaron, pues hay más personas transmitiendo que candidatas y comitivas juntas.

Trato indigno

En la mayoría de los eventos la prensa ha recibido el peor de los tratos. No les han dispuesto lugares estratégicos para hacer el cubrimiento, no los dejan entrar, ni aún con la credencial, no les facilitan el trabajo y como si fuera poco los consideran un encarte.

Dentro de ese listado de malos tratos no se escapa ni la misma Policía Nacional, institución que realizó la elección de la Reina de la Policía en la discoteca Milagros, en plena Zona Rosa de la capital.

Esa noche no dejaban entrar a los periodistas, dispusieron solo cinco sillas para el gremio, los mandaron bien lejos de las reinas como si les estuvieran haciendo el ‘flaco favor’ de permitirles entrar a una discoteca de la ciudad. Luego de las críticas de los medios corrieron a acomodarlos y el capítulo tuvo un final feliz.

El desfile en vestido de baño en el Club Campestre no fue la excepción. A medida que la prensa ingresaba con la escarapela se escuchaba la crítica de algunas señoras que estaban en la puerta: Otro periodista! Se olvidaban en ese momento del papel que juegan en el cubrimiento del certamen.

Para terminar la cadena de hechos desafortunados a las periodistas Mary Carmen Muñoz y Maryluz Caballero Reyes, del canal Cabletelco, les robaron el bolso en el Club Campestre. Al observar las cámaras del lugar vieron que una pareja salía con el bolso en la mano y el hombre lo guardó en un morral que llevaba.

 

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