La edad media en el fútbol

La edad media en el fútbol

Hector LópezPor: Héctor A. Enríquez López

Twitter: @HectorEnriquezL

Y el monarca, en posición autoritaria determinaba si el acusado era decapitado, colgado en una horca o simplemente castigado, pero generalmente no quedaba impune y siempre era merecedor a una reprimenda ejemplar que mostrara a otros lo que no deberían hacer…

El fútbol en ocasiones presenta historias de cuento de hadas, pero estas por el mismo dinamismo y la evolución del deporte en mención no mantienen un final feliz, siempre cambia todo; se han visto casos, Brasil, el pentacampeón mundial apabullado en su casa, en su Maracaná, en su Mundial, por un marcador de 1 a 7 frente a la siempre poderosa Alemania. Argentina, la albiceleste, la siempre favorita derrotada en su feudo, en el inexpugnable Monumental de Núñez por una selección Colombia que nueve meses más tarde saldría por la puerta de atrás en primera fase del Mundial USA 94.

Hoy el turno es para el modesto Leicester, pero más para su otrora cabeza Claudio Ranieri.

Nunca ha sido de mi gusto el señor Ranieri como técnico, no comparto su idea en cancha pero no por ello olvido tan fácilmente que este señor ha conseguido tal vez uno de los mayores logros en la historia de este bello pero a la vez ingrato deporte, tomar una nómina muy limitada y llevarla a obtener la Premier League por encima de los Manchester, de los equipos londinenses o de cualquier otro rival que mirara por encima del hombro a los “foxes”, esto no es nada sencillo ni un logro menor, fueron campeones gracias al efecto motivador que causaba la pizza en el plantel.

Claudio prometía una cena a todo su equipo cada vez que mantuvieran el arco en cero, generalmente cuando esto ocurría iba todo el plantel a un sitio de comida italiana, no el más elegante pero si el más acogedor para la plantilla, esto mientras  aún se conservaba la humildad y la ilusión; se saciaban con la salsa napolitana y dormían soñando para despertar a seguir laborando ese sueño que a la postre se hizo realidad.

Medio año más tarde el siempre sobrio y amable Claudio fue galardonado con un premio nada menospreciable, ¡MEJOR ENTRENADOR DEL MUNDO!, así en mayúsculas porque lo merece, un personaje trabajador, que finalmente tuvo éxito, fiel a sus principios y tradiciones propias de la tierra del orégano y los viñedos, un reconocimiento que lo llevó a la primera esfera del fútbol mundial, de regreso.

Hoy, dos meses después, nuevamente es portada de los diarios, pero esta vez por una decisión injusta, acomodada y resultadista de un grupo directivo mal agradecido, sin memoria y sin razón, quienes han decidido dejar al mejor entrenador del mundo en el año 2016 sin empleo.

Tal vez los jugadores no se sentían cómodos ya con Claudio, tal vez cambiaron la pizza por el caviar, el lujo y la fama posiblemente los engolosinó hasta que entraron en un coma ambicioso inducido y los directivos como buen grupo insensible han acolitado dicho comportamiento tomando la solución más simple, destituir a quien menos lo merecía.

Así es este deporte, similar a la edad media, donde el acusado generalmente recibe un castigo, si bien no ejemplar, si tajante y sin reversa; antes fue Del Bosque, Mourinho, Israel, hoy ha sido Ranieri, mañana vendrán otros técnicos que deben ser sometidos a un juicio donde finalmente la junta directiva tomará la misma posición que tomaría cualquier rey de la edad media o la misma Reina de Corazones en el cuento “Alicia en el País de las Maravillas” y de manera inflexible gritarán “¡que le corten la cabeza!”

PD: Recordaré la historia del Leicester con la imagen de Ranieri levantando el trofeo de la Premier League, sinceramente creo que con el episodio de su destitución el cuento terminó, tal vez desciendan pero siempre tendrán en Ranieri a su máximo héroe al lograr una gesta que posiblemente nunca se repita. #NoMásViolenciaEnElFútbol.

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