El único terremoto que Colombia amó y seguirá amando

El único terremoto que Colombia amó y seguirá amando

Por Robert Angulo Santos.

El día 22 de diciembre de 2013 el folclor vallenato se estremeció con la repentina muerte del cacique de la junta Diomedes Díaz, el máximo exponente del genero dejó huérfano a su fanaticada, aunque con un inmenso legado que perdurará por el tiempo, su triste partida nos conmocionó a todos.

Un terremoto musical que comenzaba a brillar con luz propia, llamado «El Gran Martin Elias», sería el encargado de mantener vivo el legado dejado por su padre, el sería el responsable de darle vigencia a sus canciones, pero lo más importante estaba en conservar y conquistar con sus propias canciones a esa multitudinaria fanaticada que había perdido a su ídolo, pero que veían en «Martin» algunos vestigios de su padre.

«El Gran Martin Elias» era la partícula viva de Diomedes Díaz, su disciplina, su carisma, su amor por lo que hacía, las ganas de triunfar y de mantener vivo el legado, lo llevaron rápidamente a la cúspide, con esas cualidades cautivo a un sin número de amantes del vallenato, estoy plenamente seguro, que ni el mismo jamás logró imaginar.

A sus escasos 26 años el «El Gran Martin Elias» se había posicionado en un sitial importante y apetecido por muchos artistas, tenia una proyección impresionante, su sencillez, humildad y calidad le permitieron crecer a pasos agigantados, día a día su consolidación era sencillamente inevitable.

A muchos les escuché decir varias veces, que imitaba mucho a su papa, tenía toda la autorización para hacerlo ¿si el era su hijo cuál era el problema?, pero siempre creí que lo suyo era natural, la sangre que recorría por sus venas le daban esos pequeños tic que muchas veces nos recordaban al cacique, él era un enamorado de su viejo, le heredó tanto de sus cualidades que ni la nobleza se quedo por fuera.

Hoy me embarga la tristeza por su repentina partida, te fuiste en un viaje prematuro y sin boleto de regreso, la gente buena nunca debería morir, pero son las primeras en subir al cielo al lado de nuestro padre celestial, «El Gran Martin Elias» tenía don de gente, para él su fanaticada era lo más importante, el entendió y aplicó a la perfección el mensaje de su padre, cuando expresó «porque un artista solo no puede conservar su valor y hay que reconocer que ninguno nace con fama, por eso yo con mi fanaticada, siempre contento vivo cada día, cantándole bonitas melodías, de esas que yo compongo con el alma »

El viernes santos 14 de abril, tuve la fortuna de verlo en Coveñas, en el que jamas pensé fuese su última presentación en la vida, pero ante los designios de Dios no hay nada que hacer no reprochar, ese día lo escuche cantar «LA SUERTE ESTÁ ECHADA» , parecía que el único «TERREMOTO» que amó Colombia tenía un presagio, algún «FANTASMA» lo atormentaba, pero así son los VERDADEROS CAMPEONES y como tú padre, «TU HISTORIA» continúa aquí en la tierra, por qué aunque tu trayectoria haya sido corta, como cual estrella fugaz, tú el GRAN MARTÍN ELÍAS con lo que hiciste nos conquistaste a todos, por eso aún después de tu triste partida serás sin límites.

Luis Carlos Galán, algún día expresó «a los hombres se les puede eliminar pero a sus ideas no», físicamente Diomedes y Martin ya no existen, se fueron a mejor vida celestial, pero su legado perdurará por la eternidad.

P.D
Se nos fue Diomedes y ahora nos deja Martin, ¿quien continuará el legado?

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