«Gracias por el coraje. No se dejen robar la alegría, no se dejen robar la esperanza. Que nadie se las robe, que nadie los engañe», fue el papa Francisco en su corto pero profundo mensaje a los jóvenes del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, Idipron, a su llegada a la Nunciatura Apostólica de Bogotá.
Los jóvenes encargados de recibirlo en el sitio donde el sumo pontífice pasará la primera noche de su visita a Colombia expresaron su agradecimiento al jerarca católico por transmitirle amor. «Gracias por detenerse frente a este parche de jóvenes que no oculta su sorpresa al vernos acogidos y atendidos por su rostro paternal y su sonrisa»
A su vez pidió un favor a los jovenes «¿Les puedo pedir un favor? Recen por mí».
Los jóvenes rehabilitados del mundo de las drogas cantaron y bailaron para el Papa,Así mismo le hicieron entrega de varios presentes como una ruana tejida por ellos en representación del calor de Colombia que lo acoge , un velón, que representa la luz en el camino de los jóvenes que iniciaron la primera etapa para abandonar las drogas y un vitral.
Finalmente el papa se puso la ruana e insistió a los jovenes, en que no se dejaran robar la alegría y la esperanza.