En una cárcel del municipio de Puerto Salgar (Cundinamarca), se encuentra recluido hace 6 años un hombre pagando una pena de 45 años de prisión, por asesinar a sus dos hijas. Como no tiene definida su situación jurídica, ya tiene boleta de libertad.
El macabro crimen perpetrado por el padre de las menores, Ricardo Enrique González, ocurrió en el año 2011, dejando como sobreviviente a su ex esposa, Luz Stella Forero, quien recibió 26 puñaladas junto a sus hijas de 10 y 15 años. Tras una fuerte discusión Forero le pidió el divorcio a González, quien perdió el control y arremetió contra ella y las menores.
Después de los trágicos hechos, González intentó suicidarse y fue enviado a la cárcel, donde pasaron 4 años mientras le dictaban la sentencia que lo condenó a 45 años de prisión, luego de esto sus familiares deciden apelar.
En un mensaje difundido por las redes sociales su ex esposa, madre de las dos niñas asesinadas, expresó, “El Juzgado Penal del Circuito de La Dorada demoró 3 años y 10 meses para dar la sentencia de 550 meses de prisión. Este fallo fue apelado por la familia aduciendo una demencia temporal y fue asignado el 27 de mayo del 2015 a la Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales al magistrado Antonio Toro Ruiz, quien aún no se ha pronunciado”.
La defensa de González, pidió a un juez de La Dorada que le otorgara libertad condicional y debido a que no se ha proferido ninguna decisión en segunda instancia y que la duración de las medidas de aseguramiento privativas de la libertad son a un año, se le concedió la libertad provisional en los delitos de homicidio agravado y otro.
Por eso Forero hace un llamado a las autoridades, cuestionando la justicia, señaló que, “Han durado seis años para declararlo culpable y sale una nueva ley y en menos de 15 días le dan libertad. ¿Cómo es posible que a un señor que asesinó a sus propias hijas, de 15 y 10 años, e intentó asesinarme, le resuelvan su libertad en menos de un mes y que a mí la ley no me proteja?”.
Cada vez son más los casos similares en Colombia a los de Ricardo Enrique González, donde los delincuentes se vuelves beneficiarios de la ley, por la medida de aseguramiento que ordena excarcelar a todos los detenidos después de un año o dos en delitos graves, siempre y cuando este no tenga definida su situación jurídica.