El policía Wilmer Palencia fue retirado de su cargo en la institución, en el que llevaba cerca de siete años, para que responda por el crimen de tres personas en el barrio Cantaclaro de Montería, en hechos ocurridos en la madrugada del domingo anterior.
La decisión fue tomada por la institución, luego de conocer la medida de aseguramiento intramural que le impuso un juez de control de garantías, luego de la audiencia que se llevó a cabo en el Palacio de Justicia de Montería, en la que determinó que el hombre era un peligro para la sociedad.
Pese a que los testigos afirmaron que el policía era el responsable del triple homicidio, Palencia no se allanó a los cargos. Sin embargo, en las próximas horas será trasladado a la cárcel de Corozal, mientras la Fiscalía adelanta la correspondiente investigación.
Piden justicia
Los familiares de Jorge Luis ‘Pipa’ Noriega, Pedro Luis Cárdenas y Víctor Julio Arroyo, las tres víctimas de ese fatídico hecho, pidieron a las autoridades que no haya ningún tipo de prebendas, ni de beneficios con el policía que acabó con sus vidas.
Ellos no pudieron estar en la audiencia que se realizó en la mañana de hoy por disposición del juez que la presidía, pero desde tempranas horas estuvieron pendientes de los resultados, pues temían que como se trataba de un hombre de la fuerza pública, podría recibir algún tipo de beneficio.
José David Noriega, hermano del excampeón mundial de boxeo, indicó que los tres muertos eran personas humildes, que no se metían con nadie y que no era justo que el policía utilizara su arma de dotación para acabar con sus vidas.
Dijo que su hermano vivía en Cantaclaro junto a su madre y que le ayudaba a vender buñuelos y fritos que esta hacía, en aras de conseguir el sustento de la humilde familia. «Lo que hizo no tiene perdón», aseguró.
Por su parte, María Cárdenas, la hermana de Pedro Luis, dijo que este trabajaba en una empresa que hacía trabajos de madera para casas y oficinas y que estaba en el lugar departiendo con los amigos cuando encontraron la mala hora con el policía.
Ambos coinciden en que el policía debe responder por sus hechos y dejar de inventar que los mató porque fue primero atacado. «Él mismo se pegó el tiro en la mano porque en esa fiesta nadie estaba armado. Si eso hubiera sido así, el policía también estuviera muerto porque le hubieran disparado», dijo otro de los familiares que esperaba en la audiencia.