El hallazgo del cadáver en avanzado estado de descomposición y decapitado mantiene consternados a los barranquilleros quienes rechazan el homicidio de la joven estudiante del Sena, de 18 años, Gabriela Andrea Romero Cabarcas en una zona de Malambo, Atlántico ayer hacia las 2:20 de la tarde. Un transeúnte que se topó con la fatídica escena dio aviso a las autoridades.
La joven se encontraba desaparecida desde el pasado 24 de noviembre, cuando salió de su casa en Soledad, a cumplir una supuesta cita de trabajo en un centro comercial de Barranquilla. Sin embargo sus familiares iniciaron la búsqueda de la joven al ver que no regresó a su casa.
El cuerpo de Gabriela fue encontrado casi que convertido en osamenta, y su cabeza fue encontrada a unos dos metros del resto del cadáver.
Aunque se percibían olores nauseabundos para los habitantes de Malambo todo era «normal» y nunca sospecharon que se podía tratar de un cadáver ya que estaba muy cerca, a 200 metros de la Sexta Entrada de la vía Malambo–Caracolí donde funciona un matadero.
Para las autoridades también fue difícil adelantar el procedimiento de identificación de la víctima por su avanzado estado de descomposición. No obstante sus familiares sí lograron identificarla a través de una manilla y un tatuaje que tenía en el muslo izquierdo, sin embargo el cadáver fue ingresado como N.N. a Medicina Legal, ya que se requieren las pruebas de ADN y la carta dental para completar la identificación.
El asesino
Las autoridades vincularon a un expolicia identificado como Levith Aldemar Rúa Rodríguez, al asesinato de Gabriela Andrea Romero Cabarcas teniendo en cuenta el sitio donde fue hallado el cadáver y una denuncia anterior que pesaba en su contra por haber violado a una menor de edad, de nacionalidad venezolana. La víctima denunció el pasado miércoles 13 de diciembre que Rúa Rodríguez la llevó hasta una zona enmontada cerca la Sexta Entrada en Malambo, donde la violó sexualmente.
De inmediato las autoridades allanaron su residencia pero no encontraron pruebas, que lo comprometiera con el homicidio, por lo que posterior a la diligencia, Rúa Rodríguez de manera cínica se presentó a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, reclamando por el supuesto abuso del que había sido víctima.
Pero la habilidad del fiscal del caso le permitió tomar ventaja ante el presunto homicida y violador por lo que en el momento grabó el testimonio del hombre, reclamando por lo sucedido, no obstante el video sirvió para que posteriormente su anterior víctima, la venezolana a la que había abusado lo reconociera.
Así las cosas el hombre fue capturado el jueves en la tarde en un centro comercial cerca al estadio Metropolitano, es decir en el mismo sitio donde había citado el pasado 24 de noviembre a la joven estudiante del Sena para ofrecerle trabajo. Ayer viernes cuando se conoce del hallazgo del cadáver de Gabriela por la llamada que hizo un transeunte a las autoridades, y estas adelantaban el levantamiento del cadáver el ex policía confesaba su responsabilidad en el homicidio.
La menor venezolana dijo en su denuncia que su violador tenía un tatuaje en el brazo derecho con el nombre de Sara Valentina y usaba un rosario de madera.
Rúa Rodriguez no se allanó a los cargos que le imputó el fiscal 11 de la URI, Rodrigo Restrepo le imputó como acceso carnal violento agravado, secuestro simple y hurto calificado agravado.No obstante el juez segundo penal municipal, lo cobijó con medida de aseguramiento en la cárcel Modelo de Barranquilla. Desde donde deberá responder por el homicidio de Gabriela Andrea Romero.
La muerte de la joven estudiante ha causado rechazo entre la sociedad barranquillera y la comunidad educativa del Sena que através de un comunicado señaló. «Rechazamos enérgicamente cualquier acto de violencia en contra de los aprendices Sena y comunidad en general. Lamentamos profundamente este hecho y esperamos más garantías para ellos, así como protección de sus vidas y sus derechos”.
