Avisar a los papás que El Mono se había ahogado fue lo más duro de la tragedia

Avisar a los papás que El Mono se había ahogado fue lo más duro de la tragedia

Lo que había empezado como un domingo feliz terminó en tragedia. Alvin  Aleáns, un joven cereteano, había salido en las primeras horas de la mañana del domingo hacia la Isla Tintipán, uno de los destinos más solicitados en los últimos meses, y cuando venía de regreso encontró la muerte.

Había pasado un día en medio de risas, licor y alegría. Disfrutó, junto a sus amigos, la magia de la naturaleza y la transparencia del Caribe, muy cerca de Coveñas. A ese sitio llegaron en unos yates especiales que alquilan para hacer ese paseo.

Todos reían y gozaban, pero llegó la hora de partir de nuevo hacia Coveñas. El yate atracó justo en Punta Azul y el mono saltó al agua para alcanzar la playa que estaba a muy poca distancia.

Qué pasó?

Sus compañeros de paseo no saben a ciencia cierta lo que pasó realmente. Unos dicen que pudo haber sufrido un golpe o tal vez un calambre. Lo cierto es que cuando se percataron que no estaba junto a ellos se devolvieron a buscarlo desesperados.

Se metieron al agua y lograron divisarlo prácticamente debajo del yate. Lo sacaron rápidamente a la playa y un médico que se encontraba en el lugar de inmediato corrió a prestarle los primeros auxilios, pero era demasiado tarde.

«Cuando nos dimos cuenta que no salía nos devolvimos a buscarlo y lo encontramos en el agua, pero creíamos que estaba desmayado», dijo uno de los amigos que departió con él durante todo el día.

Rápidamente lo llevaron al centro de atención médica, pero los galenos entregaron el diagnóstico que ninguno quería oír: El ‘Mono’ Aleans estaba muerto. Llegó sin signos vitales y declararon de inmediato la muerte por inmersión.

Poco a poco empezaron a llegar amigos y familiares al centro asistencial de Coveñas. Todos lloraban angustiados. no daban crédito a la tragedia que acababa de ocurrir.

Lo más duro de todo fue avisar a sus padres lo que había ocurrido. Nadie se atrevía a dar la mala noticia, las lágrimas no le permitían a sus amigos pensar en la forma de avisar, especialmente a su madre, lo que acababa de ocurrir.

Tenía negocio de celulares

Aleáns vivió los primeros años de su vida en Cereté, pero luego de la separación de sus padres terminó viviendo en Montería.

En los últimos años de su vida se dedicó a su propio negocio. Era el dueño de Itech Center, un negocio ubicado en Torres de la Castellana, en el cual se dedicaba a la comercialización y arreglo de celulares.

Deja una respuesta