La camiseta que Ovelar nunca pudo entregarle a Martin Elías

La camiseta que Ovelar nunca pudo entregarle a Martin Elías

El Gran Martín Elías, fallecido el pasado viernes en un accidente de tránsito en la Transversal del Caribe (a la altura del corregimiento Aguas Negras y a tan solo 5 kilómetros de la zona urbana del municipio de San Onofre), departamento de Sucre, era un gran amante del fútbol y un gran apasionado del Junior de Barranquilla.

Martín creció entre lo artístico de la música y los balones, por lo que según Michael Ortega, volante creativo del Once Caldas y seguidor de la música de Diomedes Díaz, “Ser futbolista era su sueño frustrado, siempre decía eso”.

El cantautor vallenato se hizo hincha del “tiburón” y cada vez que estaba en la capital atlanticense lo apoyaba en el estadio Metropolitano junto a sus hermanos Rafael De Jesús y Luis Ángel.

Fue tanto su fanatismo por este deporte que llegó a hacerse amigo de varios jugadores, entre ellos Hayder Palacio, Macnelly Torres, Michael Ortega, Luis Fernando Muriel  y Carlos Bacca, por lo que no fue extraño que otras figuras del deporte mundial como Falcao García, James Rodríguez y David Ospina lamentaran su prematura partida a la corta edad de 26 años.

Gracias a esa cercanía con el plantel había tenido contacto hace unas tres semanas con Augusto Villa ‘Pivi’, utilero del club, para contactarse con el delantero paraguayo Roberto Ovelar y así pedirle su camiseta.

Overlar, sabiendo del gran fanatismo que tenía el intérprete por el Junior, apartó gustoso su camiseta y la autografío como se lo había pedido el artista que solía escuchar desde su llegada a Barranquilla, además se tomó una foto con el ‘Pivi’ mostrándola.

Lamentablemente Ovelar nunca pudo obsequiarle su camiseta al Gran Martín Elías, pues el ‘Pivi’ estaba esperando que Martín fuera a presentarse en Barranquilla y así entregársela personalmente.

Este domingo, el atacante paraguayo hizo pública en su Instagram la foto que servía de testimonio del detalle que iba dirigido a Martín Elías y que desdichadamente nunca pudo entregarle.

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