Convivencia anárquica, ¿qué busca, qué quiere la Parody?

Convivencia anárquica, ¿qué busca, qué quiere la Parody?

Roberth AnguloPor Roberth Angulo.

Colombia es un país con variedad de razas y culturas, no por ello hemos dejado de coincidir todas las culturas en la representación de la familia, hombre- mujer e hijos, siempre he tenido el más mínimo y profundo respeto por la diversidad sexual, igualmente soy respetuoso del estado social de derecho, de las normas y sentencias que nos rigen. Sin embargo ello no da lugar para que, como padre de familia, y persona libre de este país, exprese mi opinión acerca de la revisión y ajustes de los manuales de convivencia para los colegios públicos y privados que se quieren implementar desde el Ministerio de Educación Nacional en las instituciones educativas.

En Suecia cuando se trató de implementar reformas a los manuales de convivencias para dar paso a los derechos de género y de la personalidad, primero se tuvo que empezar por generar una cultura de respeto hacia esos derechos, fueron varios años de ensayos, es otra cultura, pues allá se aprendió a vivir bajo un modelo de vida mucho menos discriminatorio y no fue fácil, imaginemos lo difícil que resultaría en nuestro país  implementar de tajo algo tan sensible, deberíamos hacer un análisis más detallado del tema y mirar la conveniencia de tal iniciativa.

En el caso de nuestro país, varias veces he leído la norma y el espíritu de la misma,  que no es otro que el de proteger y evitar el acoso, la discriminación, el matoneo y otros fenómenos ante la diversidad sexual, lo cual ha generado un gran problema en las instituciones educativas que incluso han tenido desenlaces trágicos como es el caso  del suicidio de Sergio Urrego, el joven bogotano  que se suicidó por sufrir tal discriminación por su orientación sexual, hecho lamentable que no debe repetirse en el país y que dio lugar a una de las sentencias de la Honorable Corte Constitucional.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN) en busca de darle cumplimiento a lo ordenado por la corte constitucional, viene trabajando para la revisión  y ajuste de los manuales de convivencia escolar en conjunto con el PNUD, UNFPA, UNICEF, CISP y COLOMBIA DIVERSA – organización que trabaja por la defensa y promoción de los derechos humanos de personas LGTB, lo cual me parece excelente para evitar tratos discriminatorios que puedan terminar con situaciones o hechos que lamentar. Lo preocupante de todo esto es que se excluyó de ese debate a las asociaciones de padres de familia, profesores, sicólogos expertos e incluso estudiantes, para que aportaran ideas sobre el tema y de esa forma entre todos, lograr una estructuración real e imparcial de los manuales de convivencia, basada en la dignidad y respeto por las distintas orientaciones sexuales.

Al momento de revisar la ficha o preguntas orientadoras para los ajustes del manual de convivencia en las instituciones educativas por parte del MEN, queda uno desconcertado y preocupado, parecería que existiesen intereses propios de generar una convivencia anárquica que no representan el de la gran mayoría de colombianos (estudiantes, padres de familia), inclinando su balanza en la protección de la comunidad LGTB, siendo esta una reforma direccionada sin reparo alguno que buscaría homogeneizar la formación de nuestros niños, niñas y adolescente con la bandera de la identidad de género, que desde luego podría ser contraproducente en estos momentos para la consolidación de los principios del concepto de familia.

Esto que se pretende implementar además de ser peligroso, es una clara intervención desmedida del Ministerio de Educación que va en contra de los derechos fundamentales, principios, valores, e incluso creencias religiosas reconocidas por nuestra constitución. Queda uno con la sensación de un claro interés en favorecer y proteger a la comunidad LGTB y no a los estudiantes de las instituciones educativas, que son en muchos casos quienes también sufren de acoso, racismo y discriminación, pues no solo, quienes siempre se han sentido perseguidos (LGTB) son víctimas de estos hostigamientos.

Imponer la ideología de género en las instituciones educativas, sería catastrófico para la formación, el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, pues pensar que las diferencias entre hombre y mujer fuera de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a la naturaleza fija, sino que son productos de unas construcciones meramente culturales, convencionales y sociales es absurdo e inaudito.

La idea de implementar en los manuales de convivencia, que los niños  puedan vestirse como niñas y viceversa, es completamente irracional e ilógico y desborda todo clase de límite, aún más cuando un niño no tiene la suficiente madurez mental para interpretarlo, y lo peor es que se trate de imponer las creencias o condiciones sexuales de unos cuantos en detrimento de la sociedad  y la familia. Imagínense el trastorno que le causaremos a un niño de 6 años vistiéndolo como a una  niña, y lo peor el bullying al que se vería expuesto con sus compañeros del  salón de clases y sociedad en general.

Esta situación ha generado un rechazo general en los padres de familia, que siempre han querido formar a sus hijos de manera integral, sin ninguna clase de confusión e inestabilidad y que ven como le estarían usurpando su derecho constitucional de educar a sus hijos sexual y moralmente desde su rol y perspectiva de padres y no desde concepciones distintas a las que ellos profesan.

Existe una interpretación equívoca desde el MEN para aplicar la ley 16 20 del 2013 y las sentencias T-562 de 2013 Y T- 478 de 2015 de la Corte Constitucional, una cosa es propiciar a través de los manuales de convivencia la no discriminación, el acoso, el bullying y respeto por las orientaciones sexuales de cada individuo y otra muy distinta es tratar de implantar la identidad de género en las instituciones educativas.

A la Dra. Gina Parody le respetamos su orientación sexual públicamente definida y reconocida, pero le exigimos que como Ministra de Educación tome las riendas del tema y le responda y aclare al país que es lo que busca, que es lo que quiere, y cuáles son sus objetivos, que diga si la «posición» asumida por el Ministerio nada tiene que ver con su orientación sexual porque entonces ahí  sí nos jodimos en este país y ella no tendría opción distinta que presentar su carta de renuncia.

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