Paradójicamente el municipio que es ágora política del departamento,donde el presidente Juan Manuel Santos expresó públicamente que consiguió el 78% de su votación, y que ocupa titulares por su desarrollo urbanístico con recursos de «la mermelada», no tiene servicio de agua potable de forma permanente, y su población se abastece de aguas de pozo, pagando diariamente hasta siete mil pesos por el preciado líquido.En Sahagún tienen que rezar para que les llegue el agua, según afirma el comerciante Jorge Macea curiosamente habitante de un barrio con nombre de santo, San Juan.
La falta de un acueducto propio para la población obligó a la Alcaldía a contratar a través de una concesión durante diez años, la prestación del servicio con la empresa Uniaguas de Cereté, pagando más de 80 millones de pesos mensualmente por recibir el líquido que en estos momentos llega sólo en horas de la noche.
En los barrios Mamonal, Nueva Esperanza y El Mora quedan ubicados los pozos de agua que abastecen a la mayoría de la población, en ellos la compra y venta de agua inicia desde las 5:00 de la mañana.
Según la Alcaldía la empresa Uniagua encargada de prestar el servicio de agua bombea el líquido para la mayoría de los barrios, pero la compra y venta del líquido por la falta del mismo se evidencia en cada esquina, la población se abastece de tres pozos y pagan por cada galón de agua hasta 700 y mil pesos.
La Lengua Caribe recorrió la población y buscó la versión de sus habitantes quienes manifiestan en algunos casos haber preferido un acueducto propio antes que las obras de la mermelada, como el recién inaugurado Estadio de fútbol.
Don Eliecer Villadiego, un docente residente en Sincelejo, cada fin de semana visita a su mamá en Sahagún y cómo si se tratara de un acto religioso aprovecha la visita para llevarle agua que compra en uno de los pozos, ya que en el sector donde reside su progenitora nunca llega el servicio ni aún en horas de la noche.
Para el actual alcalde Baldomero Villadiego la situación recae directamente sobre la empresa Uniagua que no está cumpliendo con el litraje que debe bombear entre otras deficiencias, por lo que anunció una revisión al contrato de concesión, sanciones y hasta una solicitud de intervención por parte de la Superintencia de Servicios Públicos. Aquí la entrevista completa con el mandatario local.
Mientras se cumplen los anuncios del alcalde los habitantes seguirán esperando la fase dos del acueducto seguirán abasteciéndose de los tres pozos ubicados en los barrios Mamonal, Nueva Esperanza y El Mora.
En otros casos como el de Misael Hernández un habitante del barrio 3 de Mayo dónde queda ubicado un tanque de almacenamiento de la empresa Uniaguas, seguirá pidiendo a las autoridades vigilancia policial porque el lote donde está ubicado dicho tanque se ha convertido en una zona de encuentro para drogadictos. Advierte que a pesar de vivir debajo del tanque», no recibe agua pues nunca ha funcionado.