Por Linda Pernett
A las 5: 50 de la mañana de un viernes despierta un alma de niño en un cuerpo de 48 años. Una madre de cuatro jóvenes, abuela de tres niños, la ‘Mami Cucha’ de sus estudiantes.
Diviana Rodríguez, mejor conocida como ‘Mami Cucha’, es una licenciada en educación pre – escolar, vendedora, peinadora, maquilladora, decoradora y cocinera de vocación. Esta extrovertida gordita de 91 kilos de ideas creativas para enseñar y con afán de ser en todo el sentido de la palabra maestra, lo que muchos mediocres en este sistema educativo no merecen ser, se entrega plenamente a una doble tarea: educar y dar alas a los anhelos que existen en los niños.
A las 7: 00 am inicia su jornada. La recursividad es la materia prima para la enseñanza, el principal objetivo es crear en los niños desde su etapa preescolar las bases para un hábito de lectura, una cultura de la búsqueda constante del saber y la explotación de los talentos con fines educativos.
Con karaokes y juegos
Ella no es la típica profesora con herencia del gobierno de la regeneración, la de clases magistrales con ínfulas de autoritaria. Ella hace de la educación un cuento entretenido, sabe decir cantemos y bailemos al son del conocimiento, al ritmo de las letras, al compás de la creatividad. Una muestra de esto es su proyecto Leo, Escribo y Aprendo con Mami Cucha implementado en la Institución Educativa Guateque, su sitio de trabajo.
La jornada va transcurriendo y ella aplica su proyecto. Suenan los karaokes para la entonación, los juegos de sílabas para la teoría, las noticias para la fluidez, los árboles de lectura crítica para la interpretación y los disfraces de viejitos para tomar en serio el papel de aprender a contar historias . ¿Qué mejor idea que inspirarse en los viejos para hacer que los niños se interesen en la lectura? Pues ellos son los mejores relatores.
Este proyecto es algo que la maestra de los «cuchitos» quisiera dar a conocer a nivel nacional implementándolo en los grados de básica primaria como ella lo aplica en los grados tercero y cuarto. Mientras los observa cantar con el monosílabo recuerda que esta idea surgió de visitas frecuentes a sitios en internet que sugerían diversas maneras de incentivar la comprensión lectora de los niños.
12:30 pm, las clases van finalizando. Queda toda una tarde de viernes y un fin de semana para descansar, pero esta ‘profe’ que se hace extrañar inventa con sus pupilos una palangana de comida en su casa, comida para todos en la casa de la Mami Cucha, La Paquita, o Shakira como es llamada por algunos familiares por su movimiento de caderas.
Su fiel compinche
Es sábado. Diviana amanece en la soledad de su casa en Guateque, pero pronto llegará su fiel compinche, íntima amiga, su nieta Luissana, quien a sus ocho años de edad es la alumna principal de su abuela. Cuando la mini veterinaria llega cantan, bailan, cuidan los distintos, pero no separados animales de la casa (el gato Pepe, la perrita ‘chanda’ Princesa, los hermanitos cerdos Cochis, y las gallinas) aprendiendo la una de la otra, mientras intentan incansablemente pasar al siguiente nivel de Candy Crush.
Así, en una enseñanza constante vive su vida esta carismática educadora, atraída fuertemente por las herramientas tecnológicas como medio de enseñanza, emprendedora y motivadora de la curiosidad que es llamada la loca payasa del grupo de docentes de la Institución.
Cortázar decía que ser maestro significa estar en posesión de los medios conducentes a la transmisión de una civilización y una cultura; significa construir, en el espíritu y la inteligencia del niño. Características presentes en Diviana y su enseñanza divertida y creativa. Para ella la niñez es la época más linda del ser humano, se puede hacer lo que se quiera sin ser señalado, un niño abre las puertas a un nuevo mundo.
Muy buena cronica.
Super La Cronica..Felicitaciones!!!