Los hechos ocurrieron el pasado el pasado domingo al término de las fiestas de corralejas en el municipio de Ayapel Córdoba, cuando el banderillero Orlando Canchila, en plena faena intentó ponerle dos banderillas al toro, para lo cual se «sentó» frente a la puerta de salida de los animales.
Algo falló en la basta experiencia del banderillero que lleva toda una vida dedicándose al oficio y esta vez el toro de la ganadería Nuevo México, del senador Musa Besaile, fue más rápido y en pocos segundos le «desfiguró» el rostro con una sola cornada.
En medio del alboroto y el sonar de las bandas el hombre se levantó por sus propios medios y fue trasladado al sitio de atención médica ubicado dentro del área donde se realizan las festividades.
Posteriormente y con cerca de 50 puntos de sutura en su rostro el aficionado a los toros bravos regresó, y esta vez en los palcos comenzó a recibir dinero de los asistentes. Afirma que no siente el dolor de las cornadas pues tiene más de siete cicatrices en su cuerpo producto de ellas, y que está dispuesto a participar en las corralejas próximas a realizarse en su natal Montelíbano.
El hecho comenzó nuevamente la discusión si las corraleja que se realizan e toda la costa Caribe colombiana son o no una expresión cultural, teniendo en cuenta que para muchos es un «atentado» contra la vida y un escenario para el maltrato animal.