A sus 99 años Manuel Salvador Galeano Sarmiento, dice que todavía puede escribir y que la edad no es impedimento para hacer lo que a uno lo hace feliz. Lo dice con conocimiento de causa y mostrando una sonrisa por la que uno puede ver el cariño sincero de este Chimalero que nació y creció en el corregimiento de Carolina, y que ha sido pionero de las primeras obras comunitarias al servicio de los habitantes de su población.
Pero él, no solo es un hombre de letras. También es amante del campo, ese mismo campo al que sirvió por mas de 50 años y que nunca a abandonada ni ha salido de sus pensamientos y mucho menos de sus versos:
Nadie que habite el corregimiento de Carolina puede decir que no ha oído hablar de él, pues todos en su pueblo han escuchado por lo menos una vez en la vida, las coplas y poemas que aún sigue componiendo para sobrellevar la vivencias diarias, e incluso los momentos más difíciles que acompañan a los achaques del cuerpo, porque «el alma, la tengo igualitica a como la tenía a los 20 años y enamoraba muchachas bonitas, así como usted», dice mientras guiña un ojo.
El espíritu de servicio siempre lo alentó a trabajar por la comunidad por eso él en compañía de otros amigos más fundaron el cementerio, la plaza y hasta la primera estación de Policía, de Carolina, en donde Don Manuel fue el primer inspector, convirtiéndose así en un icono no solo de la cultura e idiosincrasia de su gente, sino también de la pujanza del hombre cordobés. 