Un verdadero viacrucis viven los habitantes del corregimiento Palo de Agua y Cotoca Arriba, en Lorica, ya que a diario ponen en peligro sus vidas al transitar por un paso obligado que está a punto de derrumbarse, debido a la erosión del Sinú.
Los hechos se remiten al 18 de junio de 2015 en Lorica, donde se firmó un contrato para intervenir esta zona ribereña que comprenden esos dos corregimientos debido a que la erosión del río se está comiendo la costa, es decir, el camino obligado por donde hace años transitan sus habitantes.
El contrato estipula que la duración máxima de la obra era de cinco meses por lo que esta tendría que haber finalizado en noviembre del año pasado. Sin embargo, la obra aún no se encuentra finalizada y lo que la empresa contratista socializó con la comunidad no fue lo pactado.
Según la Junta de Acción comunal de Cotoca Arriba y el veedor, la empresa tenía que construir un dique de 600 metros que era lo que se había acordado con la comunidad y lo que figuraba en el contrato, pero solamente se hicieron 300 metros. El representante legal del Consorcio Cotoca Arriba, Julio Cesar Yánez Segura y el señor José Carlos Arango interventor de la obra, afirmaron que eso era lo que se tenía previsto realizar y por lo que se le pagó.
Por esta razón, la comunidad a través de cartas decidió buscar apoyo en la CVS y en la alcaldesa de Lorica Nancy Jattin pero no obtuvieron respuesta alguna. Una situación que los tiene molestos e indignados debido al abandono por parte de las autoridades locales a una problemática tan seria que puede cobrar la vida de niños o adultos si la erosión del Sinú continúa.
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La comunidad considera que la solución podría ser construir una barricada de madera y calzar nuevamente para retomar el boquete que se fue al agua. Sin embargo, ellos se sienten muy preocupados por la vida de los niños que tienen que transitar por el único sendero que tiene el corregimiento para ir hasta el colegio.
Cabe resaltar que hasta el momento ninguna autoridad local, ni departamental se ha pronunciado al respecto. Los habitantes de estos corregimientos esperan que no tenga que ocurrir una tragedia para que las entidades encargadas al fin pongan sus ojos en ellos y decidan buscar una solución a algo que desde hace mucho tiempo vienen denunciando.